Por qué la abstinencia de café provoca dolores de cabeza tan intensos y qué hay detrás de este fenómeno?

El consumo diario de café puede generar dependencia en muchas personas, y la interrupción repentina de esta bebida habitual suele dar lugar a dolores de cabeza extremadamente intensos.
Este fenómeno, conocido como dolor de cabeza por abstinencia de cafeína, aún sigue siendo objeto de estudio en la comunidad médica, ya que los mecanismos exactos que provocan este dolor severo no están completamente claros.
Según la Clasificación Internacional de Dolores de Cabeza (ICHD-3), esta forma de dolor aparece en quienes consumen más de 200 miligramos de cafeína diariamente durante al menos dos semanas y luego suspenden bruscamente su ingesta.
Los síntomas generalmente comienzan dentro de las 24 horas posteriores a la última dosis y pueden durar hasta una semana o más.
La intensidad del dolor puede ser tan alta que se asemeja a una migraña: pulsátil, doloroso y que interfiere con las actividades cotidianas.
Los neurólogos explican que cambios en los vasos sanguíneos cerebrales juegan un papel fundamental en esta reacción.
La cafeína contrae los vasos sanguíneos, y cuando se detiene su consumo, estos se dilatan rápidamente, aumentando el flujo sanguíneo y provocando dolor.
Sin embargo, como señala el neurólogo Bryan McGinn, esta explicación solo cubre una parte del fenómeno.
Otra hipótesis involucra el bloqueo de los receptores de adenosina.
La cafeína inhibe la adenosina, una molécula que regula la señalización nerviosa y el vasodilatamiento.
Al desaparecer la cafeína, el nivel de adenosina en el cerebro aumenta, lo que puede causar dolor.
Por eso, la cafeína se incluye a menudo en medicamentos analgésicos para potenciar su efecto y evitar una dilatación excesiva de los vasos.
A pesar de estas teorías, el mecanismo exacto del dolor de cabeza por abstinencia de cafeína sigue siendo un misterio, y los investigadores continúan estudiando el tema.
Los profesionales recomiendan reducir la ingesta de cafeína de manera paulatina—unos 25-50 miligramos diarios, sustituyendo parte del café por té u otras bebidas con menor contenido de cafeína—para minimizar el malestar.
Si el dolor persiste más allá de una semana tras la cesación, es importante consultar a un médico, ya que puede haber otras causas subyacentes.
Investigaciones recientes en Reino Unido han descubierto que la cafeína puede ralentizar el envejecimiento celular, activando un “interruptor energético” que regula el crecimiento y el envejecimiento a través de la vía TOR y la enzima AMPK.
Aunque estos estudios se han realizado solo en levaduras, abren nuevas perspectivas para futuras investigaciones en envejecimiento saludable y longevidad, con posibles beneficios para la salud humana.