Hombre ucraniano detenido en Italia por presunta participación en sabotaje a Nord Stream rechaza las acusaciones y se niega a la extradición — Nuevos detalles del caso

En Italia, un caso de gran impacto mediático relacionado con la investigación del ciudadano ucraniano Sergiy Kuznєtsov ha capturado la atención pública.
Acusado de coordinar el sabotaje de los gasoductos Nord Stream en el mar Báltico en 2022, Kuznєtsov ha negado tajantemente todas las cargos y se ha opuesto a la extradición a Alemania, país donde también pesan sospechas en su contra.
Durante una audiencia en Bolonia, el hombre de 49 años declaró que en el momento de las explosiones se encontraba en Ucrania, haciendo énfasis en este hecho con un gesto de tridente y solicitando un traductor, lo que provocó una pausa en la sesión judicial.
La abogada defensora de Kuznєtsov en Italia, el político Mykola Katerynchuk, informó que durante el arresto, la policía trató con violencia a su familia: su esposa y sus hijos fueron detenidos junto con él durante más de dos horas, forzándolos a firmar documentos en italiano sin traducción y amenazándolos con prisión.
Solo cuando su esposa comenzó a grabar las acciones policiales con su teléfono, lograron ser liberados.
Por su parte, las autoridades italianas respaldan la solicitud de extradición de Alemania, en la que se sospecha que Kuznєtsov participó en la colocación de explosivos en los tubos del gasoducto.
Sin embargo, él insiste en que estaba en Ucrania, y rechaza entregar voluntariamente su persona.
La corte en Bolonia ha dictado en su lugar una medida de prisión preventiva hasta la decisión final, prevista para el 3 de septiembre.
Las explosiones en Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico, confirmadas por el operador Nord Stream, son ampliamente consideradas como actos de sabotaje, y países occidentales las califican como ataques terroristas.
Los medios, como The Wall Street Journal, informaron previamente que Kuznєtsov, exoficial del Ejército ucraniano y ex-agente del SBU, estuvo involucrado en una operación secreta que condujo a un grupo de buzos militares y civiles a colocar explosivos en los pipelines.
Analistas opinan que el caso tiene un trasfondo político, con Rusia intentando usarlo para desacreditar a Ucrania a nivel internacional.
Los diplomáticos ucranianos llaman a intensificar los esfuerzos para proteger y defender los intereses de sus ciudadanos en Europa.