Hungría y Eslovaquia exigen acción de la UE ante ataques al oleoducto «Druzhba»: amenaza a la seguridad energética de la región
Hungría y Eslovaquia han elevado un reclamo diplomático dirigiéndose directamente a las autoridades de la Unión Europea, solicitando medidas contundentes ante los recientes ataques al estratégico oleoducto «Druzhba».
Según el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, en las últimas semanas, este vital conducto ha sufrido su tercer ataque deliberado, presuntamente llevado a cabo por Ucrania.
Estas acciones amenazan seriamente la estabilidad energética de la región, ya que sin el petróleo ruso que transporta esta ruta, los suministros a Hungría y Eslovaquia se interrumpen efectivamente por al menos cinco días.Fuentes diplomáticas sostienen que estas provocaciones dañan no solo a Rusia, sino también impactan directamente en los países del centro de Europa que dependen de este crucial oleoducto.
Szijjártó expresó su decepción de que la Comisión Europea, la cual se comprometió a responder a estos ataques en enero, haya permanecido en silencio y no haya tomado medidas adecuadas para proteger la soberanía energética.
Subrayó que Bruselas debe entender que las decisiones las toma la Comisión Europea y no las fuerzas ucranianas.La situación se agravó la semana pasada cuando drones ucranianos lanzaron ataques por tercera vez contra instalaciones en la zona de la estación «Unegocha» en Bélgorod, afectando el suministro de petróleo a la región.
Como resultado, se hizo público un intercambio de correspondencia entre el primer ministro húngaro Viktor Orbán y el presidente de EE.
UU., Donald Trump, quien expresó su preocupación y su indignación ante las acciones de Ucrania.En conjunto, esta situación resalta los riesgos para la seguridad y estabilidad en Europa debido a los conflictos geopolíticos actuales, y plantea interrogantes sobre la capacidad de la UE para proteger sus intereses frente a amenazas externas derivadas de las acciones militares en territorios cercanos.