Amenaza de deserción y sabotaje: las fuerzas de ocupación rusas en Kherson enfrentan una crisis moral crítica

En la región de Kherson, en medio de una guerra prolongada y constantes combates, surgen serios problemas de disciplina y moral entre las tropas de ocupación rusas.
Fuentes oficiales y movimientos de resistencia como «ATEШ» informan sobre la aparición de llamados «incendiarios», soldados que deliberadamente destruyen su propia maquinaria para evitar enfrentamientos y reducir sus pérdidas.
Este comportamiento se relaciona con un aumento del descontento y la disminución de la capacidad de combate dentro de los grupos, especialmente en el 24º Regimiento de Infantería Motorizada, que opera en el sector de Kherson.
Según los insurgentes, los mandos están respondiendo con métodos de gestión cada vez más duros, generando mayor caos y descontento en las filas.
Es importante destacar que las fuerzas rusas actualmente abandonan sus posiciones sin los necesarios equipos de guerra electrónica, dificultando la lucha contra los drones ucranianos.
Todo esto crea una situación de alta tensión que puede favorecer a las fuerzas armadas de Ucrania.
Frente al aumento del sabotaje, activistas de «ATEШ» exhortan a los soldados enemigos a negarse a cumplir órdenes criminales, destruir el equipo enemigo y unirse al movimiento de resistencia.
Situaciones similares también se reportan en otras áreas — por ejemplo, en Rostov, donde los insurgentes «ATEШ» interrumpieron una línea ferroviaria clave, paralizando la logística del agresor.
De manera similar, en Zaporizhzhia, la crisis interna entre las unidades rusas, incluida la 108ª Brigada de Desembarco, ha llegado a un nivel crítico.
Enfrentan un aumento en suicidios, desertiones y deterioro de la moral, señal de una profunda crisis en las fuerzas ocupantes, que cada vez más usan a sus soldados como desechables en una lucha desigual contra Ucrania.