EE. UU. se preparan para participar en la versión rusa de ‘Intervision’: una nueva dimensión en diplomacia cultural bajo regímenes autoritarios
En un giro inesperado, Estados Unidos ha anunciado su participación en el concurso ‘Intervision’, una iniciativa rusa que funciona como alternativa a Eurovision.
Programado para celebrarse en Moscú este otoño, el evento ha generado amplias discusiones sobre sus implicaciones políticas, culturales y su orientación ideológica.
Los organizadores, pertenecientes al gobierno ruso, insisten en que ‘Intervision’ busca ser una plataforma para unir países con sistemas políticos diversos, especialmente aquellos que comparten los valores de Moscú.
Para esta iniciativa, EE.
UU.
enviará al destacado intérprete Brandon Howard, conocido artísticamente como B.
Howard.
Desde hace años circulan rumores respecto a su posible relación con Michael Jackson, aunque no hay pruebas concluyentes.
Se sabe que el padre de Howard, Joe, fue en el pasado gerente de la madre del cantante, Mikki Howard, lo que añade un matiz de historia y polémica a su participación.
Según el canal de Telegram ‘Intervision’, la música de Howard logra derribar fronteras y promover la unión cultural más allá de los regímenes políticos.
Cabe recordar que ‘Intervision’, que fue la respuesta soviética a Eurovision y se realizó entre 1965 y 1980 en Checoslovaquia, fue reactivada en 2025 por las autoridades rusas, con el viceprimer ministro Dmitry Chernishenko al frente de la organización.
La participación de Rusia en Eurovision fue suspendida en 2022 tras su invasión a gran escala de Ucrania, que generó condena internacional.
En esta edición, Rusia será representada por el cantante y propagandista Yaroslav Yuri Dronov, conocido como Shaman, quien está bajo sanciones de la Unión Europea por su participación en conciertos organizados por el Kremlin.
Además, participan en el evento países como Belarus, Kirguistán, Venezuela, Serbia (como país candidato a ingresar a la UE), Cuba, Catar y Kazajistán.
El Ministerio de Exteriores de Ucrania expresó oficialmente que este concurso es una herramienta de propaganda hostil y una forma de justificar la política agresiva de Rusia, lo cual representa una amenaza adicional para la soberanía ucraniana.