Posibles escenarios de ruptura en las negociaciones entre Ucrania, EE.UU. y Rusia: análisis de expertos sobre riesgos y perspectivas

Un análisis profundo del panorama diplomático actual indica que la probabilidad de que las negociaciones tripartitas entre Ucrania, Estados Unidos y Rusia continúen sin interrupciones es bastante baja.
Valeriy Chaly, director del Centro de Medios de Comunicación de Crisis de Ucrania y ex embajador de Ucrania en Estados Unidos, expresó esta opinión en una reciente emisión de Radio Svoboda.
Advirtió que Moscú podría sabotear completamente la reunión diplomática prevista si ésta no sigue el guion establecido por el Kremlin.
Según Chaly, Rusia podría emplear diversos métodos — incluido bombardeos, ataques u otras provocaciones — para sabotear el proceso.
Aunque no descarta la posibilidad de un alto el fuego a corto plazo, considera que esto no garantizará una solución definitiva, dado que Rusia no está preparada aún para tomar en serio las negociaciones.
La presión de sanciones y medidas económicas todavía no ha surtido efecto suficiente sobre Moscú, que todavía no ha madurado para aceptar la paz.
El experto también señaló que puede haber contacto directo entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y el líder ruso, Vladimir Putin, aunque las perspectivas de resultados rápidos parecen poco probables.
Sin embargo, los actores diplomáticos esperan que cualquier paso tomado marque el inicio de una fase importante en los esfuerzos de paz, a pesar de los riesgos involucrados.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron insiste en que la única vía para resolver el conflicto pasa por negociaciones en las que Europe participe activamente, debido a la seguridad del continente.
El asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, confirmó que Rusia está preparada para diálogos bilaterales con Ucrania y que un formato trilateral con EE.UU.
puede establecerse tras las conversaciones preliminares.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky está abierto a esta secuencia y la considera un paso lógico.
La situación, en definitiva, sigue siendo tensa, y aunque las gestiones diplomáticas continúan, su éxito dependerá de múltiples factores internos y externos, con pronósticos que oscilan desde el optimismo cauteloso hasta el pesimismo, según las circunstancias.