Fachada de reformas: estándares dobles en las instituciones de justicia ucranianas en el contexto de la integración europea

El sistema legal de Ucrania se encuentra en una encrucijada de múltiples procesos transformadores, que a simple vista parecen dirigidos a alinearse con los estándares europeos, pero en realidad ocultan divisiones profundas y contradicciones internas.
Internamente, las agencias de orden público operan en dos realidades paralelas: una muestra una mano dura que mantiene el orden y combate a los enemigos durante la guerra, y otra proyecta una imagen externa de reformas europeas comprometidas con cumplir las obligaciones de ingreso a la UE.
Esta dualidad plantea la pregunta de si estas dos realidades pueden coexistir sin comprometer un progreso genuino hacia la integración.En realidad, el sistema sigue fragmentado, con conflictos entre diferentes agencias influenciadas en gran medida por el presidente, la Oficina del Fiscal General, el Servicio de Seguridad (SBU), la Oficina de Investigación Estatal (DIB) y nuevos órganos anticorrupción.
Muchos de estos todavía reflejan las tradiciones soviéticas, priorizando la lealtad y el control sobre la independencia y la transparencia.
Esta situación dificulta la implementación plena de los estándares europeos, especialmente en lo que respecta a la confianza pública y la eficacia.No obstante, hay avances positivos: los socios internacionales insisten en ampliar los logros de instituciones como NABU y SAP mediante concursos abiertos y auditorías, fundamentales para la reforma.
Sin embargo, en la práctica, el sistema es dividido: algunos órganos siguen órdenes políticas estrictas, mientras otros intentan mantener su autonomía, a veces infringiendo normativas.Un factor importante en este escenario es la supuesta construcción de una ‘vertical de poder’ por el subjefe de la Oficina Presidencial, Oleg Tatarchov.
Sin embargo, las afirmaciones sobre su influencia directa son discutidas entre expertos, quienes señalan que los valores sistémicos tienen mayor peso que las personalidades.La lucha continua entre los esfuerzos de reforma y el mantenimiento del statu quo representa el principal desafío para Ucrania.
La gran pregunta es si el sistema de justicia y seguridad podrá transformarse en una máquina transparente, independiente y eficiente, dejando atrás las inercias soviéticas.
Mientras tanto, los observadores internacionales y los actores internos observan con cautela, conscientes de que el equilibrio de poder en el sistema definirá en última instancia el rumbo europeo de Ucrania.En resumen, la reforma de las instituciones judiciales y policiales es un proceso a largo plazo, que requiere no solo cambios legislativos y presión internacional, sino también un cambio profundo en valores y enfoques.
Solo así Ucrania podrá cumplir sus ambiciones europeas, dejando de lado las apariencias superficiales del progreso.