Ataques masivos con drones y misiles: situación en Kremenchuk y alrededores

La intensa actividad militar de las fuerzas rusas continúa alterando la paz en las ciudades ucranianas, especialmente en Kremenchuk, ubicada en la región de Poltava.
La noche del 19 de agosto, la ciudad volvió a ser objeto de un ataque masivo de drones lanzados desde diferentes direcciones.
Según las Fuerzas Aéreas de Ucrania, decenas de drones kamikaze, incluyendo nuevos modelos reactivos, sobrevolaron la ciudad, complicando las tareas de interceptación y destrucción.
Las explosiones que resonaron durante toda la noche obligaron a los residentes a buscar refugio y seguridad, ya que en la zona se registró otra ola de ataques a gran escala.
En respuesta a esta amenaza, las autoridades informaron que el número de drones dirigidos hacia la ciudad alcanzó aproximadamente 13 unidades.
Además, la Administración Militar Regional de Poltava anunció que, a causa de un ataque con misiles por parte del enemigo, se produjo un apagón eléctrico masivo que afectó a más de 500 entidades legales y a más de 7,300 suscriptores residenciales.
Los especialistas trabajan en la recuperación del suministro eléctrico.
También, fuentes de monitoreo indican que las fuerzas rusas probablemente lanzaron misiles desde la región de Saratov, específicamente los misiles Kh-101.
Ucrania continúa fortaleciendo sus defensas y preparándose para nuevos desafíos ante estas amenazas.
Los expertos advierten a la población que, durante los ataques con misiles o drones, deben buscar refugio lo antes posible, en lugares como sótanos, estaciones de metro o entradas sin ventanas.
Si no hay refugio cercano, es importante seguir ciertas reglas de seguridad: cubrirse con al menos dos paredes, bajarse por debajo del nivel de la ventana o esconderse en una esquina de la habitación que esté por debajo del nivel del cristal.
Se recomienda evitar cocinas y baños, ya que contienen objetos frágiles y punzantes que representan riesgos adicionales.
En edificios de varios pisos, es fundamental descender al menos dos pisos por debajo del tejado; en edificios de tres pisos, el segundo piso se considera el más seguro.
Recordar que actuar correctamente durante las señales de alarma puede salvar vidas y reducir riesgos en tiempos de guerra.