Contrataciones en el ejército ruso alcanzan mínimo en dos años: análisis de causas y consecuencias

El ritmo de incorporación de nuevos soldados contratados en las fuerzas armadas de Rusia se ha desacelerado considerablemente.
Según datos oficiales, en el segundo trimestre de 2025, solo 37.900 personas firmaron contratos con el Ministerio de Defensa ruso, una cifra que es más del doble menor en comparación con el mismo período del año anterior, cuando se registraron 84.300 nuevas contrataciones.
Esta drástica disminución ha sorprendido incluso a analistas y expertos en defensa.En total, durante los primeros seis meses de 2025, aproximadamente 127.500 ciudadanos celebraron contratos militares, frente a más de 166.000 en el mismo período de 2024.
Además, los datos de gastos presupuestarios muestran cambios: menos pagos por contratos se realizaron de los esperados, generando dudas sobre la verdadera escala de la campaña de reclutamiento.El viceministro de Defensa y vicejefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, señaló recientemente que en la primera mitad de 2025, más de 210.000 contratistas se incorporaron a las filas del ejército ruso.
Sin embargo, esta cifra ha sido cuestionada, pues expertos independientes estiman que el número real puede rondar las 191.000, basándose en datos de gastos regionales.
Esta discrepancia genera una percepción errónea de estabilidad y crecimiento en los indicadores de movilización.La causa probable de esta disminución está vinculada a dificultades económicas y sociales, incluyendo problemas financieros en diversas regiones de Rusia.
Algunas regiones como Irkutsk enfrentan problemas para atraer reclutas por falta de fondos, mientras que en Vladimir los funcionarios han dejado de informar sobre el número de soldados enviados al frente.Por otro lado, los expertos señalan que la reducción en la fuerza contractada puede tener efectos indirectos en el progreso del conflicto y las capacidades militares de Rusia.
En el ámbito internacional, se discuten posibles futuras acciones de Moscú en su guerra contra Ucrania y esfuerzos por restablecer relaciones diplomáticas con Occidente.
Hoy, en Washington, está prevista una reunión de altos funcionarios estadounidenses, líderes europeos y el presidente ucraniano Zelensky, con posibles conversaciones tripartitas con Putin el 22 de agosto.
Rusia mantiene exigencias tales como la retirada de las tropas ucranianas del Donbas, la protección de la iglesia ortodoxa rusa y del idioma en Ucrania, así como la eliminación parcial de sanciones.En resumen, estos acontecimientos muestran que los procesos de movilización en Rusia siguen siendo complejos e impredecibles, con profundas repercusiones para la estabilidad interna y la posición internacional del país.