Lavrov mantiene conversaciones telefónicas con ministros de Turquía y Hungría tras la cumbre en Alaska, abordando resultados y la crisis en Ucrania

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, sostuvo una serie de conversaciones telefónicas importantes con sus homólogos de Turquía y Hungría el sábado, justo después de la conclusión de la cumbre de alto nivel en Alaska, que se ha convertido en un evento central en la diplomacia internacional de los últimos días.
Según informaciones difundidas por Reuters, Lavrov discutió con el Ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, los resultados de la reunión informal entre Rusia y Estados Unidos, celebrada en el marco de la cumbre.
Se señala que la conversación fue iniciada por Ankara y en ella ambas partes intercambiaron opiniones acerca de los próximos pasos y posibles vías de cooperación en el contexto de la actual crisis en Ucrania y los procesos diplomáticos globales.
Por otra parte, una conversación igualmente importante fue la que sostuvo Lavrov con el Ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó.
Durante la charla, ambos abordaron temas relacionados con las implicaciones de la cumbre para la región, con un enfoque particular en la crisis ucraniana y las posibilidades de continuar la cooperación energética entre Rusia y Hungría.
Los medios resaltan que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, conocido por mantener estrechos vínculos diplomáticos con Moscú y por oponerse a las sanciones de la UE, manifestó tras la cumbre en Alaska que “el mundo ahora es un lugar más seguro que ayer”.
Mientras Occidente mantiene la presión a través de sanciones y diplomacia, Rusia busca mantener canales abiertos de comunicación y promover sus posiciones en la región y en el mundo.
Tanto Lavrov como Szijjártó discutieron en detalle los aspectos relacionados con la crisis en Ucrania, posibles compromisos y garantías de seguridad para Ucrania, aunque no se hicieron propuestas concretas para levantar sanciones o retirar tropas en las regiones del norte de Ucrania.
Sin duda, los países involucrados mantienen abiertas las vías para diálogos futuros y buscan soluciones duraderas en medio de la complejidad de la situación regional e internacional.