La defensora del idioma rechaza las demandas de Putin sobre el estatus ruso y destaca la importancia de la identidad ucraniana

Olena Ivanovska, defensora de la protección del idioma estatal en Ucrania, ha condenado enérgicamente las recientes iniciativas de las autoridades rusas, especialmente las demandas de Putin para otorgar a la lengua rusa un estatus oficial y legitimar la Iglesia Ortodoxa de Moscú.
Ella afirmó que tales exigencias representan una manifestación flagrante de una guerra ideológica destinada a desacreditar la cultura ucraniana, destruir la identidad nacional y revertir la independencia del país, llevándolo a un estado colonial.
Según sus palabras, hoy en día el ruso no es solo un medio de comunicación, sino una herramienta de política imperial que, durante siglos, ha alimentado sentimientos de inferioridad, ha destruido la cultura ucraniana y ha intentado borrar nuestra identidad.
Ivanovska subrayó que Ucrania ya ha pagado un precio muy alto por su soberanía y que está decidida a proteger sus valores, tradiciones y su lengua estatal a toda costa.
Añadió que cualquier retroceso en las políticas lingüísticas equivale a un paso hacia la pérdida de soberanía y autonomía.
La lengua ucraniana es una parte esencial de la lucha por la libertad y la independencia, y su defensa es una prioridad absoluta.
La situación actual respecto al ruso en Ucrania ya no es solo un tema lingüístico, sino también una cuestión de seguridad nacional.
Quienes sostienen lemas como “ejército, lengua, fe” deben entender en qué lado están – apoyando la soberanía ucraniana o traicionándola.
La defensora enfatizó que el idioma ucraniano es un símbolo de fortaleza y libertad, y nadie permitirá que sea destruido o arrebatado, pues constituye un arma en la lucha por la independencia.
Según Ivanovska, el debate sobre otorgar estatus oficial al ruso en Ucrania ya es irrelevante.
Dado el tamaño de la invasión y los cambios profundos en la conciencia de los ucranianos, muchos están dejando de hablar ruso, que ahora se percibe como idioma del enemigo.
Por eso, las llamadas a legalizar el lengua rusa parecen intentos de regresar al pasado, cuando en realidad Ucrania moderna avanza con determinación para proteger su lengua y cultura.