Estancamiento prolongado en las negociaciones comerciales entre la UE y EE. UU.: ¿Por qué se retrasa el acuerdo?

En medio de los eventos recientes en el ámbito del comercio internacional, la Unión Europea y los Estados Unidos todavía no logran llegar a un consenso mutuo respecto a la firma de una declaración conjunta que formalice un acuerdo comercial importante.
Este retraso genera mayores tensiones y pone en duda la exitosa ejecución de los acuerdos anunciados el mes pasado.
La principal razón de esta situación radica en las diferencias sobre la formulación e interpretación de términos clave, en particular ‘barreras no arancelarias’, que EE.
UU.
considera como estrictas regulaciones digitales de la UE.
La Unión Europea sostiene que estas regulaciones representan un obstáculo serio para el comercio digital y crean condiciones desiguales para las grandes empresas tecnológicas que operan en ambos mercados.En principios de julio, durante la cumbre en Escocia, se esperaba que la firma del acuerdo fuera rápida.
Sin embargo, ahora se sabe que las negociaciones se han complicado debido a disputas sobre cambios futuros en la legislación digital y los aranceles.
Los representantes de la UE y EE.
UU.
indican que la declaración definitiva aún está en discusión, con especial énfasis en la propuesta de reducir los aranceles a los automóviles europeos, un sector clave para la economía alemana.
Aunque EE.
UU.
prometió reducir los aranceles del 27,5% al 15%, esto aún no se ha llevado a cabo, debido a obstáculos diplomáticos y procedimientos internos.Un factor adicional que dificulta la firma del acuerdo es la política y los plazos.
La administración Trump exige plazos claros para la apertura del mercado estadounidense a productos europeos y la reducción de aranceles a bienes industriales.
Por su parte, la UE afirma que los procedimientos internos de aprobación no permiten acelerar el proceso, ya que requieren tiempo para negociaciones y cambios legislativos, lo que plantea nuevos desafíos.Las negociaciones continúan entre Bruselas y Washington, pero aún no se ha establecido una fecha concreta para la firma, lo que aumenta la tensión en las relaciones transatlánticas y genera preocupaciones sobre las perspectivas económicas futuras.
También es importante señalar que EE.
UU.
ya concluyó acuerdos separados con Gran Bretaña, en los que detallan las condiciones de cooperación, aunque su implementación lleva varias semanas y requiere negociaciones adicionales.
Mientras tanto, la UE considera que su acuerdo con EE.
UU.
es uno de los más beneficiosos firmados durante la administración de Trump, aunque su implementación y efecto a largo plazo todavía están en duda debido a complejidades internas y transfronterizas.