El Salvador de Nueces: historia, tradiciones y restricciones del festejo

El 16 de agosto, los cristianos de rito oriental celebran una festividad de profunda raíz histórica y espiritual.
Conocido como ‘El Salvador de Nueces’, ‘Panadero’ o ‘El Salvador No Mortal’, este día conmemora los acontecimientos de 944 d.C., cuando la imagen no creada del Señor Jesucristo fue trasladada desde Édesa hasta Constantinopla.
Según la leyenda, Jesús, después de completar su misión terrenal, se lavó en las aguas del río Jordán y tomó un paño para secarse el rostro.
En ese lienzo quedó plasmada su imagen, considerada la primera icono cristiana.
Una característica particular es la ‘Barba Mojada’, título que recibe por la apariencia húmeda de la barba de Jesús en la tela, que además muestra una hendidura distintiva.
Esta fecha trae consigo varias restricciones: no se permite realizar trabajos físicos pesados, coser, lavar, limpiar, tejer ni bordar.
También se prohíbe celebrar matrimonios o realizar festividades ruidosas.
Es importante no pelear, maldecir ni negarse a dar limosna a los necesitados ese día.
La celebración invita a la reflexión espiritual, buscando mantener la pureza del alma y cultivar valores de amor y compasión.
Así, el Día del Salvador de Nueces no solo marca la historia, sino que también simboliza una oportunidad para la renovación espiritual y la búsqueda de la paz interior.