Fuerzas rusas lanzan masivo ataque con drones y misiles contra Ucrania: una nueva táctica en el conflicto en curso

En la noche del 15 de agosto, los defensores ucranianos enfrentaron un intenso ataque combinado de misiles y drones por parte de las fuerzas rusas.
Según las Fuerzas Aéreas de Ucrania, el enemigo realizó una ofensiva a gran escala, lanzando dos misiles balísticos Iskander-M desde regiones de Vorónezh y Briansk.
Además, se enviaron casi cien vehículos aéreos no tripulados —97 drones Shahed de ataque y diferentes imitación de drones— desde múltiples direcciones: Kursk, Orel, Briansk, Primorsko-Ahtársk y Shatalovo.
Esta estrategia multirro de muestra de una planeación meticulosa destinada a sobrepasar las defensas ucranianas.
Los objetivos principales incluían zonas cercanas a las líneas del frente en las regiones de Járkov, Sumy, Donetsk y Chernígov, donde los drones provocaron daños en infraestructura y representaron una grave amenaza para la población local.
Al mismo tiempo, los misiles impactaron en instalaciones situadas en Járkov y Chernígov, causando daños considerables.
Las fuerzas armadas ucranianas, incluyendo la aviación, unidades de guerra electrónica y plataformas no tripuladas, respondieron con fuerza, logrando derribar más de 63 drones kamikaze y varios imitación y UAV diferentes.
Hasta la mañana del 15 de agosto, los sistemas de defensa antiaérea ucranianos habían detectado y neutralizado 34 de los 97 objetivos aire- tierra en las regiones del norte y este del país.
Pese a todos estos esfuerzos, los ataques causaron 34 impactos en 13 localizaciones, provocando daños considerables y pérdidas humanas.
Estos acontecimientos ponen nuevamente de manifiesto la complejidad del esfuerzo de defensa de Ucrania y subrayan el persistente uso por parte de Rusia de diversos sistemas armamentísticos para desestabilizar aún más la situación.