Servicios de seguridad polacos detienen a un adolescente ucraniano sospechoso de sabotajes ordenados por Rusia
Un evento de gran relevancia en el ámbito de la seguridad en Polonia ha tenido lugar en los últimos días, poniendo en evidencia la lucha contra la infiltración extranjera y las amenazas internas que buscan desestabilizar el país.
La Agencia de Seguridad Interna de Polonia (ABW) arrestó a un joven de 17 años, ciudadano ucraniano, bajo sospecha de colaborar con los servicios de inteligencia rusos en la realización de misiones de sabotaje en el territorio polaco.
La información, difundida por el Ministerio del Interior, el coordinador de los servicios secretos y el primer ministro Donald Tusk, revela que el adolescente habría llevado a cabo acciones provocadoras con el objetivo de aumentar la tensión entre polacos y ucranianos.Según semoniyak, el joven destruyó monumentos conmemorativos a las víctimas de la Organización de la Defensa del Pueblo Ucraniano y atacó edificios públicos con grafitis antim Polish.
Dichas actividades fueron ejecutadas bajo instrucciones de inteligencia extranjera, con la finalidad de fomentar conflictos y generar división dentro del país.
Las autoridades polacas han subrayado que este caso no es aislado, sino parte de una estrategia más amplia de provocaciones encubiertas que buscan desestabilizar la situación regional.El primer ministro Tusk destacó que estos incidentes son un reflejo de la política de sabotaje de Rusia, la cual intenta sembrar discordia entre Varsovia y Kiev.
Además, las acciones buscan fomentar sentimientos separatistas y actitudes antigubernamentales.
Tusk recordó que Rusia ya ha intentado en el pasado manipular las relaciones entre ambos países mediante la movilización de jóvenes y operaciones encubiertas.El 2 de agosto, el presidente Tusk acusó públicamente a Rusia de intentar dividir a Polonia y Ucrania, calificando estos intentos de Pútin de escenario para desestabilizar la región.
El 13 de agosto, la Fiscalía polaca presentó cargos contra seis personas vinculadas a una organización criminal dedicada a realizar sabotajes por encargo de gobiernos extranjeros.
En febrero de 2025, un ciudadano ucraniano fue condenado en Polonia a ocho años de prisión por prepararse para realizar actividades de sabotaje en favor de Rusia.