Meta acusó por error a un activista y lo reclutó para reducir sesgos en la inteligencia artificial

Meta Platforms alcanzó un acuerdo amistoso con el activista conservador estadounidense Robby Starbuck, quien anteriormente presentó una demanda contra el gigante tecnológico debido a inexactitudes en las respuestas de uno de sus chatbots de inteligencia artificial.
En la conversación, el chatbot afirmó falsamente que Starbuck había participado en los disturbios del Capitolio del 6 de enero de 2021, generando preocupación pública y profesional sobre la precisión y neutralidad política de la IA.
Como parte del acuerdo, Starbuck aceptó colaborar como asesor de Meta, centrando sus esfuerzos en reducir los sesgos políticos en los servicios de inteligencia artificial de la compañía.
Ambas partes indicaron que desde el inicio de su colaboración han logrado avances significativos en la mejora de la precisión de las respuestas y en la disminución de prejuicios ideológicos.
Los detalles financieros del acuerdo permanecen confidenciales.Anteriormente, Starbuck exigió una compensación superior a 5 millones de dólares y presentó una demanda en la Corte Suprema de Delaware en abril.
Al ser consultado sobre posibles pagos económicos, el activista indicó que no revelaría cifras, ya que su principal objetivo es contribuir al desarrollo de modelos de IA éticos y políticamente neutrales.
La tensión se intensificó en verano de 2024, cuando Starbuck detectó afirmaciones incorretas por parte de Meta AI acerca de su participación en los disturbios y supuestos vínculos con QAnon, las cuales negó rotundamente.
Enviaron cartas oficiales a la compañía, incluyendo a Mark Zuckerberg, solicitando la retirada de información falsa.Meta ha reconocido que trabaja en la reducción de sesgos políticos en sus modelos, especialmente en Llama, ya que tradicionalmente se inclinaban hacia la izquierda en temas polémicos.
La empresa ahora busca que sus respuestas sean más equilibradas y objetivas en cuestiones controvertidas.
Recientemente, se conoció que contratistas de Meta tienen acceso a conversaciones privadas de usuarios con chatbots de IA, lo que ha generado preocupaciones sobre la privacidad.
Aunque Meta afirma mantener políticas estrictas de confidencialidad, expertos y empleados admiten que estas prácticas son comunes entre los desarrolladores.Este caso pone en evidencia los problemas constantes en torno a la seguridad, ética y privacidad en la rápida expansión del campo de la inteligencia artificial, resaltando la importancia de fortalecer las medidas de protección y regulación en el futuro cercano.