Merkel Detecta una Conexión Sorprendente Entre las Llamadas Telefónicas de Líderes y los Ataques Rusos en Ucrania

El canciller alemán Friedrich Merz ha expresado su preocupación por una peligrosa y evidente pauta que relaciona las conversaciones telefónicas entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder ruso, Vladimir Putin, con una serie de ataques masivos por parte de Rusia contra Ucrania. Según el portavoz del gobierno, Stefan Kornelius, cada vez que Trump y Putin mantienen una llamada, Ucrania sufre una escalada en los bombardeos y ataques. El caso más reciente, cuando Rusia llevó a cabo un ataque masivo usando misiles 'Kinzhal', sistemas 'Iskander' y drones de ataque, confirmó esta tendencia, causando graves daños en lugares clave, especialmente en Kiev. Kornelius destacó que estos ataques hablan por sí mismos y podrían influir en las decisiones futuras respecto a las sanciones contra Rusia. Estas acciones también envían una señal clara a Estados Unidos y a la comunidad internacional: Rusia no tiene intención de detener su agresión y desprecia los llamados a la paz. Los expertos advierten que estas acciones aumentan la inestabilidad regional y requieren una revisión de las estrategias occidentales para apoyar a Ucrania. No solo Merz, sino todos los que apoyan a Ucrania entienden que Moscú envía un mensaje directo: el Kremlin no planea detener su campaña y continuará demostrando su poder y determinación. Es importante recordar que el 3 de julio, Trump y Putin sostuvieron una conversación telefónica de más de una hora. La noche del 4 de julio, Rusia lanzó su ataque más grande de la guerra, con más de 550 misiles y drones dirigidos principalmente a Kiev. En esa llamada, Trump reiteró la necesidad de un alto el fuego, mientras que Putin expresó su disposición a seguir negociando y manteniendo sus objetivos estratégicos. Esta fue su cuarta llamada en pocas semanas, y refleja la creciente tensión y el conflicto en curso. Las acciones y declaraciones de Moscú muestran que, para Rusia, la guerra no es solo una fase temporal, sino un objetivo estratégico que pretende alcanzar sin concesiones.