Europa se prepara para nuevos desafíos energéticos: TotalEnergies evalúa las perspectivas para resistir la prohibición del gas ruso

El continente europeo, que durante mucho tiempo ha dependido del suministro de gas natural ruso, se encuentra en plena etapa de transformación de sus sistemas energéticos. Según Patrick Pouyanne, director general de la compañía francesa TotalEnergies, los países europeos cuentan con todas las capacidades para afrontar con éxito la posible prohibición de importar gas ruso, establecida por la Comisión Europea. Destacó que en la actualidad se están desarrollando nuevas instalaciones de exportación de gas natural licuado (GNL) en Estados Unidos y Catar, las cuales podrán reemplazar las importaciones rusas ya en 2028. "Disponemos de reservas e infraestructura suficientes para garantizar un suministro continuo de gas a la Unión Europea sin depender del GNL ruso. Estas capacidades se Lograrán gracias a las nuevas instalaciones en ambos países", aseguró Pouyanne. Esto coincide con los esfuerzos de la UE para diversificar sus fuentes energéticas y reducir la dependencia de Moscú, en respuesta a la invasión rusa en Ucrania. A pesar de las perspectivas optimistas, persisten los desafíos. Aunque Rusia ya no es el mayor proveedor de gas para la UE, aún suministra casi el 20% de la demanda, lo que representa un riesgo importante para la estabilidad energética. Respecto a los precios, el directivo expresó confianza en las perspectivas a corto plazo para los consumidores, destacando que las reservas actuales son suficientes y que Arabia Saudita trabaja activamente para estabilizar precios y evitar incrementos bruscos, afirmó. No obstante, las tensiones geopolíticas y los conflictos comerciales siguen creando incertidumbre. Pouyanne advirtió que las disputas comerciales, especialmente las iniciadas por el expresidente de EE. UU. Donald Trump, generan una gran inseguridad que puede afectar al mercado energético mundial y frenar nuevos proyectos. En medio de estos acontecimientos, la Unión Europea busca soluciones para sortear sus diferencias internas. Una estrategia propuesta consiste en prohibir la celebración de nuevos contratos de gas ruso basados en la legislación comercial, a fin de evitar posibles vetos de Hungría y Eslovaquia. Esto permitirá a la UE apagar gradualmente sus importaciones de Rusia durante los próximos dos años, fortaleciendo su independencia y seguridad energética a pese a las turbulencias políticas y económicas.