Crisis climática y producción de leche: por qué los sistemas de enfriamiento no son suficientes para detener la disminución de la producción láctea

Chas Pravdy - 05 julio 2025 13:29

En la actualidad, la comunidad científica mundial advierte cada vez con mayor claridad sobre los graves efectos del cambio climático en la agricultura, particularmente en el sector lácteo, que enfrenta desafíos crecientes debido al aumento de las temperaturas y las alteraciones climáticas. Un estudio exhaustivo, realizado durante 12 años en Israel y que abarcó a más de 130,000 vacas, reveló cómo las olas de calor afectan la producción de leche. Los resultados mostraron que los días en los que la temperatura supera los 26°C, especialmente combinados con altos niveles de humedad, provocan una reducción del 10% en la cantidad de leche producida, y además, estos efectos persisten casi 11 días consecutivos. Esto indica que incluso las tecnologías más modernas de enfriamiento y las soluciones técnicas implementadas en las explotaciones agrícolas solo pueden reducir parcialmente las pérdidas ocasionadas por las altas temperaturas. A temperaturas de 24°C, estos sistemas logran compensar solo el 40% de las complicaciones relacionadas. A pesar de estas limitaciones, los expertos sostienen que invertir en sistemas de enfriamiento es crucial, ya que las granjas pueden recuperar estos gastos en aproximadamente un año y medio. Las proyecciones globales también son alarmantes: para 2050, se estima que los principales países productores de leche perderán en promedio hasta un 4% de su producción diaria, siendo India, Pakistán y Brasil los más afectados, con pérdidas que oscilan entre el 3,5 y 4%. Además, Estados Unidos y China podrían experimentar pérdidas diarias similares que varían entre 1,5% y 2,7% por vaca. Los mismos productores están conscientes del impacto negativo del estrés térmico y aplican diversas estrategias de adaptación; sin embargo, la completa aislamiento o enfriamiento de cada animal resulta demasiado costoso. La ciencia también estudia nuevas estrategias para reducir otros factores de estrés, como el manejo y la separación de terneros, que aumenta la vulnerabilidad de las vacas al calor. En definitiva, afrontar los desafíos climáticos en la producción láctea requiere enfoques integrados, combinando innovación tecnológica con políticas adaptativas que consideren aspectos económicos, ecológicos y sociales.

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