Irán anuncia que no responderá más a los ataques de EE. UU., pero continúa con su programa nuclear

En medio de una tensión creciente a nivel internacional, Irán ha declarado que no tiene intención de tomar medidas de represalia adicionales tras los recientes ataques con misiles de Estados Unidos dirigidos a sus instalaciones nucleares. Fuentes diplomáticas e oficiales iraníes han señalado un giro hacia la desescalada, destacando que Teherán no militarizará su programa nuclear mientras cesen las acciones agresivas de Washington. En una entrevista reciente con NBC News, el viceministro de Exteriores, Majid Takhte-Ravanchi, afirmó que Irán ya respondió a los ataques estadounidenses sobre tres sitios nucleares y no planea una mayor escalada a menos que sea provocado. Indicó que no hay provocaciones militares activas por parte de EE. UU., lo que permite a Teherán mantener una postura cautelosa. A pesar de esta postura, Irán continúa enriqueciendo uranio sin cesar, reiterando su derecho a realizar esta actividad en su territorio. Las autoridades enfatizan que el proceso sigue en marcha y que la nación está comprometida a evitar cualquier paso hacia la militarización de su programa nuclear. Takhte-Ravanchi subrayó que la política de Irán respecto al enriquecimiento de uranio permanece sin cambios y que continuará avanzando de manera independiente, siempre que no cruce ciertos límites rojos. La región sigue en tensión, especialmente después de que Irán lanzara un ataque con misiles contra una base militar estadounidense en Catar, después de los ataques anteriores a instalaciones nucleares en Teherán. Las fuerzas de Defensa de Catar lograron interceptar y repeler el ataque, que aparentemente fue anunciado con antelación por Irán, señalando un deseo de evitar una escalada total mientras demuestra su capacidad de represalia. El presidente estadounidense, Donald Trump, respondió a esta escalada con un tono de diplomacia contenida, publicando en la red social Truth Social, agradeciendo a Irán por la advertencia previa. Aseguró que los ataques de EE. UU. fueron muy efectivos, destruyendo objetivos nucleares clave y retrasando el avance nuclear de Irán en aproximadamente uno o dos años. Según evaluaciones del Pentágono, el desarrollo nuclear de Teherán ha sido significativamente postergado. No obstante, Irán permanece en gran medida en silencio respecto a las implicaciones completas de estos ataques, lo que genera preocupaciones de que su programa nuclear pueda volverse aún más clandestino y alejado de la supervisión internacional. El país ha cesado efectivamente su cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica, restringiendo aún más el acceso de terceros a sus actividades nucleares. Informes recientes sugieren que Irán podría volver a producir uranio enriquecido en solo unos meses, incluso con los daños sufridos por varias instalaciones, lo que complica los esfuerzos para controlar la proliferación y mantener la estabilidad regional.