El Congreso inicia una investigación exhaustiva sobre la inacción de la administración de Trump en las sanciones contra Rusia

Estados Unidos se encuentra actualmente en medio de una investigación política de gran alcance destinada a esclarecer las razones por las cuales la administración de Donald Trump no ha impuesto nuevas sanciones contra Rusia desde que asumió la presidencia en enero de este año. Tres senadores demócratas influyentes —Jeanne Shaheen, Elizabeth Warren y Chris Coons— comenzaron esta pesquisa el jueves, acusando a la antigua administración de retrasar la aplicación de sanciones económicas cruciales que podrían aumentar la presión sobre Moscú y acelerar la conclusión de la guerra en curso entre Rusia y Ucrania. Según los legisladores, desde enero, EE. UU. no ha establecido nuevas restricciones contra Rusia, e incluso en algunos casos se han flexibilizado las sanciones existentes. La inacción, en su opinión, solo otorga a Vladimir Putin la oportunidad de continuar con sus políticas agresivas y profundizar el conflicto bélico. Mientras tanto, la administración Biden ha impuesto más de 6,200 sanciones dirigidas a entidades rusas relacionadas con comercio, finanzas y apoyo militar, aunque estas medidas se consideran insuficientes y menos efectivas en comparación con las acciones que podrían tomarse. Los legisladores enfatizan que la falta de nuevas sanciones permite a Rusia seguir con sus acciones violentas y buscar caminos para esquivar las restricciones, especialmente en el contexto del bloqueo de ayuda clave a Ucrania. A pesar de que Trump prometió públicamente acabar rápidamente con la guerra, las políticas reales de su administración parecen contradecir esas promesas. Los senadores acusan su inacción de facilitar que Rusia actúe con impunidad, fortaleciendo su posición militar y diplomática. La congelación actual de sanciones y controles de exportación, junto con el bloqueo de suministros de armas a Ucrania, crea condiciones favorables para eludir las restricciones a través de China y otros países, poniendo en riesgo la seguridad ucraniana. Los críticos políticos sostienen que esta postura prolonga la guerra y fomenta que Rusia continúe con su agresión. La investigación se realiza en medio de informes recientes que indican que el Pentágono suspendió temporalmente el suministro de ciertos sistemas de defensa aérea y armas de precisión a Ucrania, decisión que se hizo pública solo esta semana y fue duramente criticada por líderes demócratas. Estos han calificado esas decisiones como errores estratégicos y morales que socavan la capacidad de defensa de Ucrania. El portavoz del Pentágono, Shawn Parnell, aclaró que estas decisiones forman parte de una evaluación más amplia de las reservas militares estadounidenses, subrayando que Estados Unidos no puede suministrar armas a todos en el mundo y que debe priorizar su propia seguridad. Sin embargo, los senadores y voces de la oposición afirman que este enfoque efectivamente permite a Moscú escalar su ofensiva con impunidad. Exigen restablecer las sanciones contra Moscú, identificar regularmente las empresas que apoyan la maquinaria militar rusa y unirse a los aliados del G7 para presionar aún más al Kremlin. Los legisladores insisten en que solo una acción decisiva y coordinada puede lograr una paz justa y duradera, y que cuanto más tiempo Putin continúe con su brutal agresión contra civiles inocentes, mayor será el costo para él.