El Congreso aprueba una legislación importante bajo Trump: batallas políticas y repercusiones a largo plazo en EE.UU.

Una nueva y significativa ley, conocida como la 'Gran Hermosa Ley', ha sido recientemente aprobada en los Estados Unidos, culminando con su firma en leyes a finales de junio de 2024. Este proyecto de ley, el más grande en años recientes, abarca una amplia variedad de políticas internas y reformas financieras. La Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano, la apoyó con una mayoría clara y la envió al presidente Donald Trump para su firma, poniendo fin a un proceso tenso de negociaciones que duró cuatro meses. La legislación propone recortes fiscales sustanciales para los ricos y las empresas, mientras aumenta el gasto en defensa y programas de deportación de inmigrantes. Esto generó intensos debates y conflictos políticos en ambas cámaras del Congreso, donde los republicanos lograron unirse tras una agenda política coherente con la de Trump. La ley incluye disposiciones para reducir más de 900 mil millones de dólares en Medicaid, al mismo tiempo que asigna billones de dólares a gastos militares y operaciones de inmigración. La votación terminó con 218 votos a favor y 214 en contra, mostrando una fuerte resolución política y apoyo, incluso frente a la oposición decidida de los demócratas. Nótese que solo tres republicanos—Randy Paul, Tom Tillis y la senadora Susan Collins—se oponieron al proyecto. Trump llamó personalmente a los legisladores e incluso emitió amenazas por redes sociales para convencer a los indecisos. La presión política y las negociaciones cercanas facilitaron la aprobación final. La ley también eleva el techo de la deuda pública en 5 billones de dólares y amplía beneficios fiscales clave introducidos en 2017. Incluye eliminaciones temporales de impuestos sobre propinas y horas extras, gastos militares significativos y recortes a programas sociales. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la legislación podría incrementar la deuda nacional en aproximadamente 3,3 billones de dólares en la próxima década. Desde un punto de vista político, este movimiento sin precedentes demuestra la unidad y determinación del Partido Republicano en medio de divisiones internas, buscando dejar un legado legislativo duradero que impactará la economía y la política interna de EE.UU. en los años venideros.