Ataque en Poltava: consecuencias y daño a civiles y militares

El 3 de julio, la ciudad de Poltava, en el centro de Ucrania, sufrió un ataque masivo con drones que ocasionó graves daños tanto para las fuerzas militares como para los civiles. Los ataques impactaron en las instalaciones del Centro de Reclutamiento y Apoyo Social (TCCS) y la Administración Militar y Civil, instituciones clave encargadas de la movilización y gestión del personal. Como consecuencia de los ataques, dos militares del TCCS y dos empleadas de las Fuerzas Armadas de Ucrania resultaron heridas y fueron ingresadas en hospitales. Según confirmó Vitaliy Sarantsev, portavoz del mando de las Fuerzas Terrestres ucranianas, los bombardeos apuntaron a dos objetivos principales: uno en las instalaciones del TCCS en la ciudad y otro en la sede regional del TCCS. Ambos objetivos se encuentran en áreas densamente pobladas, por lo que las bajas civiles cercanas a los edificios administrativos eran casi inevitables. Entre los afectados también hay civiles que no estaban relacionados directamente con las actividades militares. Aún no se han confirmado víctimas fatales, pero existe una amenaza palpable de nuevos ataques. Las autoridades militares ucranianas indican que estas acciones son un intento deliberado de Rusia de sabotear el proceso de movilización en Ucrania. En los días recientes, el enemigo ha intensificado estos ataques con ese fin, buscando desestabilizar aún más la región. Por su parte, las fuerzas ucranianas aseguran que la movilización no podrá detenerse y que los esfuerzos rusos por desestabilizar el país no tendrán éxito en el largo plazo. Es importante destacar que, además, en la mañana del mismo día, los rusos atacaron Poltava usando drones, incendiando un edificio del TCCS y del Centro de Apoyo Social, resultando en la muerte de dos personas y heridas a 11 más. La escalada de estos eventos evidencia cómo la guerra continúa afectando a la población civil y agrava las tensiones en la región.