El futuro de la justicia internacional frente a Rusia: desafíos y perspectivas según Mumedov

La creación de un Tribunal Especial para responsabilizar a Rusia por su agresión contra Ucrania representa un paso crucial, aunque sumamente complejo, en el sistema de justicia internacional. Como señala el distinguido jurista ucraniano y exviceministro de Fiscalía Gyunduz Mumedov, este proceso será largo y agotador, requiriendo una persistencia sistemática en todas las etapas. La firma del acuerdo con el Consejo de Europa para establecer este tribunal es solo el primer paso, que abre el camino para la conformación de su composición, la obtención de financiamiento y la organización de la logística procesal. El objetivo principal es garantizar la eficacia en la condena de los delitos relacionados con la agresión, los crímenes de guerra, el genocidio y los delitos de lesa humanidad, que tienen un alcance mucho mayor que las capacidades de los sistemas judiciales existentes, como la Corte Penal Internacional o los tribunales nacionales. Mumedov resalta que este tribunal podría formar parte de una arquitectura de justicia integral para abordar las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, y no limitarse solo a la agresión. Insiste en que se requiere voluntad política y compromiso internacional para que el proceso, aunque largo, sea llevado a cabo con éxito, enviando una señal clara al mundo: ninguna agresión debe quedar sin castigo, incluso si la comete un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Advierte sobre los riesgos de politización y subraya que los fallos deben ser concretos y efectivos, no solo simbólicos, ya que la justicia debe dar resultados reales. Además, señala que el éxito de esta iniciativa determinará el futuro de la justicia criminal internacional, que debe ser capaz de enjuiciar efectivamente los crímenes o quedar atrapada en juegos políticos y en los intereses de las élites.