EE. UU., Japón, India y Australia trabajan juntos para reducir la dependencia de China en el suministro de minerales críticos

En el contexto actual, donde el progreso tecnológico y la seguridad energética se convierten en elementos fundamentales para la seguridad nacional y la prosperidad económica, Estados Unidos, Japón, India y Australia han formalizado una alianza para colaborar en la disminución de su dependencia del gigante asiático en materia de suministros de minerales estratégicos. Esta iniciativa surge en medio de crecientes preocupaciones respecto al dominio de China en la apropiación de recursos vitales para tecnologías modernas, baterías, vehículos eléctricos, equipos de alta tecnología y sectores de defensa. En una declaración conjunta, los representantes de las cuatro naciones subrayan la importancia de diversificar las cadenas de suministro y reducir los riesgos derivados de concentrar estas en un solo país. Aunque los detalles específicos de la nueva estrategia aún no han sido publicados, el objetivo principal es crear un sistema de abastecimiento más diversificado, resistente y menos vulnerable a la manipulación externa y presiones económicas. China posee amplios reserves de diversos minerales críticos, incluido el grafito, del que controla la mayor parte del mercado mundial y que es esencial para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos. Este hecho ha generado preocupación internacional, ya que las restricciones en la exportación por parte de Pekín podrían perjudicar gravemente el mercado global y el avance tecnológico. La Secretaria de Estado de EE. UU., Marco Rubio, quien recientemente visitó Washington, destacó la importancia de diversificar las cadenas de suministro, afirmando: “Depender de un solo país en la extracción y producción de minerales críticos representa un riesgo para nuestra economía y desarrollo tecnológico”. Los ministros de relaciones exteriores del QUAD también manifestaron su inquietud por las acciones provocadoras y la destabilización en el Mar del Sur de China y el Mar de China Oriental, resaltando la necesidad de mantener la estabilidad regional y la libertad en la navegación. Los representantes enfatizaron que su enfoque principal es evitar confrontaciones directas con China, centrando sus esfuerzos en establecer mecanismos que protejan sus intereses conjuntos. Además, India y Japón expresaron su interés en un “Indo-Pacífico libre y abierto”, lo que indica una intención de contrarrestar la expansión de la influencia china en la región Asia-Pacífico. La reunión también abordó el proceso de reducir la influencia de Pekín en aspectos de seguridad y estabilidad regional. Aunque coinciden en la necesidad de frenar el poder de China, los países miembros no abordaron públicamente otros asuntos delicados como la crisis en Ucrania o las tensiones con Irán. India, por ejemplo, mantiene vínculos estrechos con Rusia, a pesar de la invasión a Ucrania, y tanto India como Japón mantienen relaciones tradicionales con Irán. La reunión con los ministros de relaciones exteriores del QUAD, en enero 21, poco después de la investidura de Trump, mostró un cambio en la política exterior estadounidense hacia la cooperación con países aliados para contrarrestar la influencia china. Se espera que el presidente Trump participe en la próxima cumbre del QUAD en India, consolidando este grupo como un actor clave en la estrategia de equilibrio regional y global.