Líbano prepara respuesta a las demandas de EE.UU. de desarme: tiempo limitado en medio de tensiones en Oriente Medio
En medio del aumento de las tensiones regionales y con los esfuerzos diplomáticos intensificados por parte de Estados Unidos, Líbano se encuentra en un punto decisivo en su panorama político y de seguridad. Según Reuters, las autoridades libanesas han comenzado a preparar una respuesta a las exigencias de Washington respecto al desarme incondicional del grupo militante Hezbolá, que sigue desempeñando un papel fundamental en la política interna y la seguridad del país. Este movimiento se produce antes de la fecha límite de noviembre establecida por EE.UU. para la completa desmilitarización de la organización. La iniciativa forma parte de una estrategia diplomática más amplia, ya que países que apoyan a Hezbolá, en particular Irán, insisten en soluciones políticas y en mantener buenas relaciones con las naciones vecinas. Fuentes reportan que el enviado especial de EE.UU., Thomas Barrack, entregó durante su visita a Beirut el 19 de junio una hoja de ruta por escrito, que detalla pasos concretos hacia la desarme y la estabilización política. El documento hace hincapié en crear un mecanismo de supervisión internacional, quizás bajo la égida de la ONU, para garantizar la liberación de rehenes y reformas de seguridad. Propone un enfoque por fases, donde Hezbolá entregaría sus armas en todo el país a cambio de garantías para la retirada de las tropas israelíes del sur del Líbano, con la esperanza de completar el proceso antes de fin de año. Para lograr este objetivo, es necesario superar resistencias internas y desacuerdos políticos, debido a temores sobre la legitimación de las milicias armadas. EE.UU. resalta que la recuperación económica de Líbano depende de que Hezbolá entregue las armas. Barrack ha subrayado que el incumplimiento del plan podría poner en riesgo futuras ayudas y esfuerzos de estabilización. Aunque las autoridades libanesas aún no han respondido públicamente, EE.UU. insiste en la necesidad de actuar con rapidez, advirtiendo que la ventana de oportunidad puede cerrarse pronto. Israel, por su parte, permanece en alerta, vigilando la situación y destacando la importancia del desarme de Hezbolá, que ha sufrido daños por ataques aéreos israelo-estadounidenses, y llamando a los libaneses a unirse contra amenazas externas. La dirigencia de Hezbolá ha declarado su disposición a resistir las presiones externas y ha instado a todos los libaneses a mantener la unidad frente a lo que consideran agresiones de EE.UU. e Israel, en un escenario de creciente tensión regional con implicaciones profundas para la paz en Oriente Medio.
