Economía al límite: Urgente necesidad de reformas estructurales para estabilizar y reconstruir

Ucrania se encuentra en un momento crítico de su estabilidad económica. Tras una profunda recesión en 2022, con una caída del 28,8% en el PIB, el país está intentando recuperarse lentamente. En 2023, el crecimiento del PIB real alcanzó el 5,5%, pero en 2024-2025, las tasas se redujeron significativamente a 2,9% y apenas 1% en los primeros meses de 2025. Los principales obstáculos para la recuperación económica incluyen conflictos armados activos, destrucción de infraestructura, escasez de mano de obra por emigración masiva y movilización, acceso limitado a financiamiento, daño a los sistemas energéticos y dificultades logísticas para exportaciones y transporte interno. Durante los años de guerra, más de 7 millones de ciudadanos han abandonado Ucrania, y el empleo en el sector industrial ha caído en un 20%, lo que equivale a la pérdida de 2 millones de empleos. Las estimaciones de expertos indican que los daños económicos por el conflicto ascienden aproximadamente a 176 mil millones de dólares. Los niveles de inversión son alarmantemente bajos, representando solo el 5-6% del PIB, la mitad del nivel prebélico. Estos factores explican la disminución de más del 22% en el PIB real en 2025 en comparación con 2021. La relajación temporal de las presiones económicas en 2024-2025 ha sido posible gracias a estímulos fiscales respaldados por cooperación internacional y una reactivación del consumo interno, especialmente a través del corredor de transporte en el Mar Negro. En el último año, el déficit fiscal alcanzó el 24% del PIB, y la ayuda externa sobrepasó los 18 mil millones de dólares en los primeros cinco meses de 2025. El comercio minorista creció un 5,1%, indicando una ligera recuperación del consumo privado, aunque los niveles per cápita siguen por debajo de los del período prebélico. Señalan que los principales motores del crecimiento del PIB en 2022-2024 fueron el consumo y la inversión pública, con aumentos reales del 37% y del 75,1%, respectivamente, respecto a 2021. Sin embargo, el sector privado sufrió pérdidas significativas: la inversión privada cayó a solo el 65% del nivel de 2021 para finales de 2024, y el consumo privado disminuyó en un 19,4%. Las exportaciones de bienes y servicios disminuyeron un 40%, mientras que las importaciones solo un 3%, evidenciando un desequilibrio persistente. Los sectores básicos como energía, minería, construcción y manufactura permanecen muy afectados: la generación eléctrica cayó un 34,9%, la extracción minera un 31,2%, la construcción civil más del 50%, y el transporte un 28,6%. Estos sectores siguen operando por debajo de los niveles prebélicos. Por otro lado, industrias bajo control estatal, como defensa, finanzas, arte y entretenimiento, muestran cierto crecimiento, liderando algunos segmentos. El balance comercial externo sigue siendo crítico, con déficits récord de alrededor de 40 mil millones de dólares anuales, impulsados por capacidades productivas dañadas y altas necesidades militares. Las importaciones se duplicaron respecto a las exportaciones, y en los primeros cinco meses de 2025, el déficit superó los 10 mil millones, sin contar la ayuda internacional ni los ingresos reinvertidos. La caída de los precios mundiales de recursos clave —trigo, mineral de hierro, acero— complican aún más el panorama, reduciendo la competitividad de las exportaciones. Ucrania necesita urgentemente inversiones para modernizar y ampliar sus capacidades productivas, apoyándose en mecanismos de crédito accesible, seguros contra riesgos bélicos y desarrollo de infraestructura. La política monetaria y financiera requiere reformas, ya que la baja confianza en la hryvnia y la ineficiencia del sistema bancario obstaculizan la recuperación económica. Pese a estas dificultades, existen oportunidades de recuperación económica. Se requiere una estrategia integral que fomente la inversión privada, mejore la gestión del riesgo y promueva un clima de negocios favorable, en colaboración con socios internacionales. Solo así Ucrania podrá superar la crisis, consolidando un futuro de crecimiento sostenible y desarrollo económico duradero.