Rusia ha llevado a cabo un ataque masivo con drones y misiles contra Ucrania: despegaron cazas MiG-31K
En la noche del 28 al 29 de junio, la Federación Rusa realizó un ataque masivo contra Ucrania, acompañado de lanzamientos simultáneos de drones, misiles de crucero y aviones bombarderos. El objetivo principal de esta operación atacante fue todo el país, convirtiéndola en una de las más intensas de los últimos tiempos, con elementos tácticos adicionales en forma de la salida de cazas MiG-31K desde aeródromos rusos. Según información de las fuerzas militares ucranianas y fuentes en las Fuerzas Aéreas de Ucrania, durante la noche se registró el despegue de cazas estratégicos y tácticos MiG-31K desde la base de Savasleika. Esto genera una mayor alerta, ya que estos aviones suelen utilizarse para transportar y lanzar misiles de alta precisión del sistema Kinzhal. Es importante destacar que precisamente esta aviación es utilizada por los rusos para ataques a infraestructura crítica en ciudades ucranianas, así como para neutralizar sistemas de defensa aérea. Antes de esto, las fuerzas militares de Moscú llevaron a cabo una operación a gran escala con vehículos aéreos no tripulados, que atacaron activamente el territorio ucraniano. Participaron en este ataque drones de diversos tipos, incluida la versión iraní "Shahed-136", capaz de transportar explosivos de gran peso y penetrar los sistemas de defensa antiaérea. Además, los rusos lanzaron misiles Калбыр desde barcos y submarinos en el Mar Negro, creando un ambiente de amenaza constante en varias regiones de Ucrania. Adicionalmente, las tropas rusas utilizaron bombarderos Tu-95MS, que despegaban desde aeródromos como Olenya y otras bases rusas, y casi simultáneamente lanzaron misiles de crucero hacia objetivos ucranianos. La línea de ataque cubrió varias regiones, y las sirenas de alarma aérea resonaron en todas partes: Kyiv, Járkov, Lviv, Odessa y otras ciudades. Como resultado de este ataque masivo, los sistemas de defensa aérea ucranianos tuvieron que activarse para derribar objetivos enemigos y reducir los daños causados. En conjunto, esta noche fue otro acto demostrativo de la escalada de la agresión rusa, que confirma la intención del Kremlin de utilizar medios lo más modernos y diversos posible para presionar a Ucrania. El despegue del MiG-31K combinado con los ataques masivos con misiles y drones demuestra que Rusia busca fortalecer su presencia militar y aumentar su capacidad para realizar golpes en cualquier momento, provocando aún mayor tensión y esfuerzos por parte de Ucrania para proteger a la población civil y la infraestructura. Las autoridades locales continúan llamando a los residentes a no ignorar las alertas aéreas y estar preparados para cualquier escenario. Las fuerzas militares ucranianas no permanecen ajenas y trabajan intensamente en la mejora de los sistemas de defensa aérea para hacer frente a estos nuevos desafíos, aunque la agresión rusa sigue siendo un reto importante para la capacidad defensiva del país.