Operaciones encubiertas de China para organizar un incidente con la vicepresidenta de Taiwán: revelaciones de la inteligencia checa

Una escalada inesperada en la tensión entre China y Taiwán ha salido a la luz tras la divulgación por parte de la inteligencia checa de evidencias sobre posibles intentos por parte de diplomáticos y espías chinos de organizar una provocación durante la próxima visita de la vicepresidenta de Taiwán, Xiao Bi-Han, a Praga. Según fuentes, las agencias chinas supuestamente planeaban simular un accidente de tráfico u otro incidente para crear un ambiente negativo en torno a su visita oficial. Esto ocurrió durante su primer viaje al extranjero desde que fue elegida presidenta en enero de 2024, cuando viajó junto con el presidente taiwanés Lai Ching-te. Los informes también indicaron un incidente vial en el que un diplomático chino supuestamente pasó en rojo detrás del vehículo de Xiao Bi-Han, lo que llevó a que la policía lo detuviera. Sin embargo, información reciente de inteligencia revela que este evento formaba parte de un plan mucho más amplio y elaborado para sabotear los esfuerzos diplomáticos y de seguridad de la vicepresidenta, incluyendo acciones provenientes de la embajada china en Praga. El director de inteligencia militar checa, Petr Bartošek, confirmó que la detención policial fue solo la punta del iceberg, y que las autoridades han descubierto planes para crear conflictos y escalar las tensiones diplomáticas. El portavoz de inteligencia, Jan Pěšek, añadió que el plan incluía provocaciones diseñadas para generar una confrontación, que podría derivar en una crisis diplomática o incluso en un incidente violento. Esta revelación ha provocado una fuerte reacción de Taiwán, que condenó las acciones de Pekín y exigió explicaciones y disculpas públicas. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China, a través de su portavoz Guo Jiajun, negó cualquier implicación y acusó al gobierno checo de interferir en asuntos internos de China y de obstaculizar sus esfuerzos diplomáticos. China sigue reclamando Taiwán como parte de su territorio y no ha descartado el uso de la fuerza para recuperar la isla. Pekín califica al presidente taiwanés Lai Ching-te como un “separatista” y rechaza propuestas de diálogo, argumentando que solo el pueblo de Taiwán puede decidir su futuro. La situación pone de manifiesto la complejidad y la gravedad de las relaciones entre ambas partes, que continúan siendo uno de los desafíos de seguridad más importantes en la región de Asia-Pacífico.