Los robots futbolistas de Pekín muestran su avance
En una zona industrial de la capital china se llevó a cabo la final de la legendaria Liga de Robots de Fútbol, una competencia emocionante que marca una nueva era en el campo de la inteligencia artificial y la automatización. No fue un partido típico: humanoides con camisetas negras y violetas con números individuales, que recordaban a niños de siete años luchando por mantener el equilibrio, demostraban sus habilidades en el campo de juego. Como sus movimientos estaban controlados por algoritmos internos en lugar de entrenadores u operadores, cada pase, cada disparo y cada intento de defensa eran el resultado del trabajo de la inteligencia artificial. El encuentro duró dos tiempos de diez minutos cada uno y terminó con un marcador de 5:3 a favor de uno de los equipos de la Universidad de Tsinghua, llamado Vulcan. A diferencia de los deportistas humanos, los robots a menudo caían uno sobre otro en la lucha por la pelota, pero su mensaje principal no era solo la espectacularidad: era una demostración del nivel de autonomía de las tecnologías y los avances en robótica, afirma Bloomberg. Después de cada gol, los robots levantaron el puño en señal de celebración, aunque era bastante fácil marcarles goles, considerando la debilidad de sus porteros. Estas competencias no son solo entretenimiento visual, sino una verdadera plataforma para demostrar las capacidades de las máquinas modernas y la inteligencia artificial. Participaron los principales equipos académicos, incluido la Universidad de Tsinghua y la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pekín. Según fuentes oficiales, el equipo ganador fue Vulcan, y el tenso partido evidenció el alto nivel de preparación tecnológica y las ambiciones de China de liderar en el campo de la robótica. China invierte grandes sumas en el desarrollo de esta área, como lo confirman las cifras. Según la firma analítica Morgan Stanley, el mercado de la robótica en el país ya superó los 47 mil millones de dólares, lo que representa aproximadamente el 40 % del volumen mundial, y crece rápidamente alrededor del 23 % anual. Para 2028, su valor podría alcanzar sorprendentes 108 mil millones de dólares. Los expertos destacan que China no solo cuenta con el mercado interno más grande, sino que también se está convirtiendo en un líder global en innovación, impulsando la tecnología de la próxima generación de robots. La combinación de tecnologías avanzadas con la cultura es otra característica distintiva de China. En los últimos meses, en el país se han realizado diversos eventos con humanoides, que han sido no solo progresos tecnológicos, sino también eventos culturales. En abril, en Pekín, tuvo lugar un medio maratón en el que corrieron robots humanoides, y en mayo, en Hangzhou, un torneo de kickboxing. Sin embargo, aunque estos eventos demostraron avances en inteligencia artificial y robótica, su originalidad no fue muy destacada: muchos robots agitaban las manos en el aire, se caían o incluso perdían partes de su cuerpo durante las competencias. Por ejemplo, en el maratón con 21 participantes, solo seis llegaron a la meta, y un robot incluso perdió su cabeza en la salida. Por otro lado, los bots de fútbol en Pekín no perdieron la orientación espacial: usaron cámaras y sensores capaces de reconocer la pelota a una distancia de hasta 18 metros con una precisión del 90 %. Identificaban las porterías, el campo, las marcas y a los oponentes, y tomaban decisiones en tiempo real — lo que indica un avance significativo en las tecnologías de visión por computador y la inteligencia artificial. Como señala Samir Menon, fundador de la startup estadounidense Dexterity, Inc., este tipo de demostraciones no solo son espectacularmente impactantes, sino que también incentivan nuevas ideas: «Existirá una gran variedad de robots y diferentes aplicaciones para sus capacidades». Los humanoides emplearon aprendizaje profundo por refuerzo, un algoritmo complejo que les permite aprender de sus errores al simular situaciones y en tiempo real tomar decisiones correctas: pasar, conducir la pelota, chutar a la portería o predecir el movimiento de un compañero de equipo. Este partido de fútbol fue una especie de ensayo para los futuros Juegos Mundiales de Robots Humanoides, que se celebrarán en Pekín en agosto de 2025. La programación incluye más de diez disciplinas deportivas, como gimnasia, atletismo y, por supuesto, fútbol, lo que muestra la intención estratégica del país de consolidar su liderazgo también en las tecnologías deportivas.