Un dron ruso destruyó un autobús humanitario en la región de Dnipró
En un ataque muy trágico y cínico, la misión humanitaria «Próspero» en la región de Dnipró sufrió un incidente. El 28 de junio, las fuerzas rusas llevaron a cabo un ataque aéreo deliberado con un dron contra un autobús que se dirigía a evacuar a la población civil del distrito de Sinelnikove. El líder de la misión, Yevhen Kaplin, informó sobre este ataque en su página de Facebook. Según sus palabras, el dron ruso lanzó un artefacto explosivo de fragmentación y de fragmentación — la carga cayó a solo medio metro del microbús, causando daños considerables. En el momento del ataque, en el autobús no había pasajeros; el vehículo se desplazaba hacia los asentamientos desde los cuales se planeaba evacuar a los residentes. El conductor, que manejaba el vehículo, milagrosamente quedó ileso y no sufrió heridas. Sin embargo, las consecuencias del ataque fueron destructivas: se dañó el tanque de combustible, se разрушили las ruedas traseras y se rompió el cristal. Según Yevhen Kaplin, este ataque es otra muestra de que las tropas rusas no temen a disparar deliberadamente contra objetos civiles, incluso transporte humanitario. Esto pone en peligro la vida y la salud de quienes buscan ayuda, y demuestra su crueldad. El distrito de Sinelnikove se encuentra actualmente en estado de evacuación obligatoria debido a la amenaza de ataques a gran escala por parte del enemigo. Según los datos de los servicios locales, en la región de Donetsk, donde también continúa la evacuación, permanecen cerca de 270,000 civiles, de los cuales casi 20,000 son niños. Desde el comienzo de la invasión a gran escala, más de 1.2 millones de personas han salido de Donetsk. En las comunidades que han caído en zonas de combate activo, actualmente quedan alrededor de 24,500 residentes, entre ellos más de 120 niños. En territorio de cinco asentamientos, continúa la evacuación forzada de familias con niños: allí permanecen otros 89 menores, que aún no pueden salir de la zona de combate. Este incidente resalta la dura realidad de los ucranianos en el frente y en la retaguardia, ya que incluso las misiones humanitarias, destinadas a salvar civiles, no detienen a las fuerzas rusas. Como resultado de los bombardeos regulares iniciados por el agresor, miles de civiles permanecen en áreas peligrosas, y la evacuación se vuelve una tarea difícil y a menudo imposible. Pero incluso en estas condiciones difíciles, los voluntarios y los servicios de respuesta ucranianos continúan trabajando para salvar tantas vidas como sea posible, demostrando que el valor humano y la resistencia son las principales claves para la victoria.