Rusia ha utilizado drones suicidas para bombardear la región de Zaporiyia, en un intento por aumentar la presión sobre las posiciones ucranianas e intimidar a la población local
Como resultado de este ataque hostil, una joven de 16 años resultó herida y se encuentra hospitalizada. Según Ivan Fedorov, representante de la administración militar regional de Zaporiyia, el ejército ruso utilizó drones FPV (Vista en Primera Persona) para llevar a cabo un ataque selectivo contra una aldea de la región de Zaporiyia. Este fue otro episodio de una larga serie de ataques que Rusia está llevando a cabo contra la región para aumentar la presión psicológica y demostrar su poder. “Los rusos llevaron a cabo ataques FPV contra una aldea de la región de Zaporiyia. Como resultado del ataque, una joven de 16 años resultó herida”, declaró Fedorov. Afortunadamente, la joven víctima sufrió heridas leves, pero necesita atención médica y se encuentra bajo supervisión médica. Las consecuencias de los recientes acontecimientos en la región ponen de relieve una vez más la creciente agresividad de las tropas rusas, que realizan regularmente bombardeos de artillería con diversos equipos: drones, sistemas de artillería y otros medios para atacar territorios ucranianos. Este no es el primer caso de una serie de ataques que se han vuelto más frecuentes desde principios del verano. Hace tres semanas, el 28 de junio, Rusia también utilizó artillería y drones contra la región de Jersón, donde cuatro civiles resultaron heridos. En ese momento, las fuerzas rusas atacaron a la población civil, intentando sembrar el pánico y desestabilizar la situación en la región. Las autoridades y las estructuras de defensa ucranianas están intensificando la lucha contra la agresión rusa, pero la situación sigue siendo tensa. Es importante destacar que cada ataque pone en peligro la vida de los civiles y subraya la necesidad de un mayor apoyo internacional a Ucrania para hacer frente a la agresión. Los residentes locales piden mayor cautela y medidas de seguridad reforzadas, ya que el enemigo no cesa en sus acciones selectivas y continúa aplicando una política agresiva contra la población civil. Los testigos del bombardeo hablan de un miedo constante e incertidumbre sobre el futuro, a medida que los ataques se intensifican. Actualmente, las fuerzas de defensa ucranianas continúan defendiendo la región, actualizando los planes tácticos y reforzando las líneas de defensa para minimizar las consecuencias de los ataques enemigos y garantizar la seguridad de los residentes. Al mismo tiempo, se realizan esfuerzos diplomáticos para lograr el fin de la agresión y restablecer la estabilidad en la región.