Origen internacional de las importaciones: Se encuentran más de 200 componentes importados de fábrica en misiles rusos Kh-101

El misil de crucero ruso Kh-101 contiene más de doscientas piezas electrónicas importadas, lo que revela nuevos datos sobre la dependencia del Kremlin de la tecnología extranjera. Esto lo confirman los datos publicados por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), que analiza muestras de escombros y la composición técnica de las armas rusas utilizadas contra objetivos ucranianos. El subdirector de la agencia, Serhiy Naumyuk, declaró durante la conferencia internacional "Fair Play", dedicada a combatir los esquemas de elusión de las sanciones rusas, que un misil Kh-101 puede contener hasta 250 componentes electrónicos importados, y los drones, hasta 400. Según Naumyuk, la cantidad de microcircuitos y componentes occidentales en misiles y drones enemigos depende del modelo y la serie del producto. Además, señaló que solo el año pasado, el SBU registró el uso de 59 componentes extranjeros en la trayectoria del misil, que el 8 de julio de 2024 se dirigió al centro médico infantil "Okhmatdyt" de Kiev. Los principales componentes extranjeros incluyen procesadores, chips, matrices, circuitos integrados y transceptores. Se prestó especial atención a los drones Shahed y Geran. Estos dispositivos tienen instalados un número aún mayor de componentes occidentales: hasta 400 en cada unidad. Resulta que la electrónica utilizada en el equipo militar ruso proviene de más de dos docenas de países: en particular, de Austria, Dinamarca, Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia, Suiza, República Checa, Suecia, así como de Malasia, Brasil, Emiratos Árabes Unidos y otros. Según Naumyuk, los microcircuitos y componentes extranjeros llegan a Rusia a través de una compleja red de intermediarios, ya que Moscú evita en gran medida su suministro directo. "Rusia utiliza activamente los servicios de empresas de China, India, Emiratos Árabes Unidos, Armenia, Kazajistán y otros países de la antigua URSS para eludir las sanciones y transportar tecnologías ilegalmente", señaló. El SBU realiza un trabajo sistemático para identificar empresas y proveedores que contribuyen a la producción militar rusa, e investiga cada ataque con misiles perpetrado por un país agresor. Como parte de esta actividad, se han registrado más de 120.000 procedimientos penales relacionados con ataques a infraestructuras críticas y bienes civiles. De estos, más de 4.000 corresponden a lanzamientos de misiles, cuyos fragmentos se están examinando para determinar el país de fabricación y la campaña de producción. "Todos los componentes encontrados se someten a una cuidadosa identificación, lo que nos permite no solo registrar las fuentes de las tecnologías, sino también utilizar esta información para generar presión internacional e iniciar nuevas sanciones contra las empresas que ayudan a Rusia a eludir las prohibiciones", enfatizó Naumyuk. Anteriormente, el presidente Volodymyr Zelenskyy señaló el descubrimiento de importantes componentes de misiles rusos suministrados desde Europa, lo que subraya una vez más la dependencia del Kremlin de las tecnologías extranjeras. Cabe mencionar, por otra parte, que el 27 de junio, las fuerzas de ocupación rusas lanzaron misiles balísticos contra la ciudad de Samara (anteriormente Novomoskovsk), en la región de Dnipropetrovsk, continuando con su trayectoria de bombardeo regular de territorio ucraniano con armamento pesado, lo que causa una importante destrucción de la población, tanto joven como mayor, del país.