La UE propone un importante rediseño del comercio mundial mediante una nueva iniciativa global

Chas Pravdy - 28 junio 2025 00:17

Los líderes de la Unión Europea están desarrollando un ambicioso plan de cambios en el sistema comercial mundial, que podría transformar radicalmente el actual, actualmente débil, desde dentro. Von der Leyen lo denominó "rediseño de la OMC". Por primera vez en muchos años, se trata de crear una plataforma alternativa para las relaciones comerciales internacionales, capaz de sustituir o reformar significativamente la actual Organización Mundial del Comercio (OMC). La necesidad de estas medidas se debe a graves problemas y a una crisis en el funcionamiento de la institución comercial mundial, que lleva mucho tiempo paralizada por la incapacidad de tomar decisiones importantes debido a la tradicional confrontación entre actores clave. La idea se encuentra en la propuesta de Ursula von der Leyen, quien detalló posibles maneras de reformar el orden comercial mundial en la cumbre de la UE celebrada en Bruselas el 27 de junio. Al exponer las opciones, la líder europea destacó la perspectiva de una mayor cooperación entre la UE y 11 países de la Cuenca del Pacífico en el marco del Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP), que también cuenta con el apoyo del Reino Unido. Según ella, esta iniciativa podría ser el primer paso hacia la creación de un sistema comercial mundial nuevo, moderno y más eficiente, con mecanismos flexibles y un mayor número de socios. "Podemos hablar del inicio de un rediseño de la OMC", enfatizó Ursula von der Leyen, señalando que cualquier reforma debe ser positiva y tener en cuenta las lecciones aprendidas de la crisis actual. Está convencida de que el orden comercial mundial puede volver a ser abierto y funcionar según las reglas del "libre comercio basado en normas", siempre que participe un amplio grupo de socios dispuestos a cooperar. La jefa de la Comisión Europea destacó que Estados Unidos prácticamente se ha retirado de la participación activa en el llamado Acuerdo Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (TPP), abriendo así la puerta a nuevos formatos de cooperación sin su participación. Añadió que este proyecto podría constituir una nueva plataforma de "club", uniendo a países dispuestos a trabajar bajo normas nuevas, más transparentes y modernas. A propósito, el año pasado, 57 miembros de la OMC, entre ellos el Reino Unido, Paraguay y Malasia, se adhirieron al mecanismo temporal de solución de diferencias (MPIA), que duplica las funciones del Órgano de Apelación de la OMC. Sin embargo, este mecanismo abarca solo el 57,6 % del comercio mundial y no resuelve los problemas globales, que ya han alcanzado un nivel sin precedentes. La incertidumbre oficial sobre la situación de las reformas en la OMC ha llevado a que, desde diciembre de 2019, esta estructura se encuentre prácticamente paralizada debido al bloqueo de los nombramientos para su Órgano de Apelación. Como resultado, cuestiones clave como la reducción de los subsidios perjudiciales en la agricultura, la resolución de disputas comerciales y la reforma de este sector han quedado en el aire. Tras largas e infructuosas negociaciones, muchos analistas consideran que las perspectivas de la OMC son mínimas, lo que ha puesto en duda su continuidad. El propio gobierno de la UE busca ahora actuar con mayor decisión e integralidad. Como parte de la nueva estrategia, Europa intenta no solo fortalecer los lazos con los países asiáticos, sino también actuar como la antípoda del norteamericano Donald Trump, quien durante seis meses ha cambiado radicalmente el orden comercial mundial, introduciendo aranceles elevados y luego reduciéndolos temporalmente para resistir la presión de las negociaciones y volver a imponerlos si no está conforme con las condiciones. Por ello, en vísperas del fin del mandato presidencial de Trump, von der Leyen propuso una táctica más radical. Expresó la idea de crear una nueva alianza comercial global que uniría a los 27 países de la Unión Europea y a 12 miembros de la OMC. Según la presidenta de la Comisión Europea, este formato podría reformar el orden comercial mundial moderno, quizás incluso reemplazar a la OMC actual, haciéndola más moderna y eficaz. Enfatizó que es improbable que Estados Unidos sea invitado automáticamente a este club, lo que crea un nuevo nivel de independencia para Europa y sus socios regionales. Obviamente, estas medidas no solo responden a las fallas del sistema comercial internacional, sino también al deseo de Europa de desempeñar de forma independiente un papel clave en la economía global, fortaleciendo su posición interna y buscando una mayor estabilidad e interacción predecible entre sus socios internacionales. El tiempo dirá si el nuevo rumbo podrá superar los desafíos y poner en marcha un mecanismo eficaz capaz de afrontar los futuros desafíos de la economía global.

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