Irán exige a Trump que cambie su tono y respete al líder iraní

La tensión entre Estados Unidos e Irán está en aumento: funcionarios iraníes han instado abiertamente a Donald Trump a dejar de faltarle al líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei; de lo contrario, Teherán responderá con una respuesta que cuente con su posible poder militar. El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní realizó una clara gestiones, acusando al presidente estadounidense de un tono despectivo e inaceptable, y le instó a una diplomacia basada en el respeto mutuo. Esto se produjo en el contexto de las recientes declaraciones de Trump, quien exigió a Irán una rendición incondicional y amenazó con nuevos bombardeos. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, enfatizó en comentarios públicos en la red social Twitter que Trump, si quiere alcanzar el acuerdo deseado, debe cambiar su tono y dejar de faltarle al respeto al líder iraní. "Si el presidente Trump realmente desea llegar a un acuerdo, debe abandonar su estilo irrespetuoso e insultante en sus declaraciones sobre el Ayatolá Jamenei", enfatizó Araghchi, añadiendo que dicha retórica es inaceptable y perjudica los esfuerzos diplomáticos. El representante del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní también enfatizó que Trump debe eliminar los insultos de millones de simpatizantes iraníes que ignoran las amenazas de Washington. Según Araghchi, el pueblo iraní ya ha demostrado al mundo que el régimen israelí no tiene otra opción y, en particular, se ve obligado a refugiarse en su país, e Irán debe estar preparado para tomar las medidas apropiadas. El político amenazó con que, en caso de una escalada de la situación, el país no dudará en demostrar su fuerza, capaz de acabar con cualquier ilusión sobre su poder. "El respeto y la amabilidad contribuyen a las buenas relaciones", concluyó Araghchi. Recordemos que el día anterior, Trump, nervioso, instó a Irán a una rendición incondicional, amenazando con nuevos bombardeos de instalaciones nucleares si lo consideraba necesario. Esto fue una respuesta a las crecientes tensiones en la región, en particular a la mayor actividad de Teherán en el ámbito de la investigación nuclear y a una política de demostración de fuerza militar. Un análisis del declive del diálogo diplomático y las amenazas de ambas partes muestra que la situación sigue siendo sorprendentemente tensa, y cualquier escalada inesperada podría tener graves consecuencias para la seguridad mundial.