¿Es posible una transición completa de los ucranianos al ucraniano?

Matices lingüísticos y desafíos sociales. Con el inicio de la agresión a gran escala de Rusia contra Ucrania, muchos ciudadanos del país decidieron conscientemente cambiar del ruso al ucraniano en su vida cotidiana. Este cambio lingüístico se convirtió no solo en un acto de patriotismo, sino también en un importante elemento de resistencia a la ocupación y en la identificación de sí mismos como descendientes de la Ucrania independiente. Sin embargo, además del deseo, los ucranianos a veces desconocen el uso correcto de ciertas palabras, especialmente aquellas con significado histórico o lingüístico. En un comentario para la publicación "Glavkom", la experta en idiomas Olga Vasilyeva planteó la cuestión de la correspondencia de la palabra "izgoy" con el ucraniano, un idioma de uso frecuente en el entorno rusoparlante. Puso como ejemplo que esta palabra no figura en el diccionario de Mykola Grinchenko, pero sí en los de Dmitry Krymsky y Alexander Yefremov. Vasilyeva enfatizó que no se debe buscar artificialmente un sustituto para este término en el ucraniano moderno, ya que los diccionarios de Krymsky y Efremov son fuentes fidedignas que contienen vocabulario moderno y profundo. Añadió que los conceptos de "exilio" o "prohibición" (ambos con significados bastante similares) tienen sus propios matices y no son sinónimos absolutos, por lo que no se debe reemplazar una palabra por otra sin tener en cuenta el contexto. El contexto sociolingüístico de la Ucrania moderna está plagado de varios problemas importantes. Desde hace tiempo se han popularizado los trucos para que los rusoparlantes puedan cambiar rápidamente al ucraniano. Sin embargo, la práctica demuestra que este proceso no está exento de problemas. Algunos ucranianos se esfuerzan activamente por usar la lengua oficial en todos los ámbitos de la vida, pero otros se mantienen fieles al ruso en sus comunicaciones privadas. Estudios sociológicos han registrado que muchos ciudadanos durante la guerra no solo se cambiaron al ucraniano, sino que también se distanciaron conscientemente de la cultura rusoparlante. Sin embargo, el aspecto psicológico también presenta una perspectiva prometedora: algunos expertos predicen que, con el cese de las hostilidades activas y los cambios en el ritmo de vida, muchos volverán a sus patrones lingüísticos habituales, recurriendo al ruso tanto en casa como en la intimidad. Otra tendencia es el uso del ucraniano, principalmente en los ámbitos público y oficial. Un problema clásico es la difuminación de las fronteras: ¿cuándo y dónde debería ser obligatorio el ucraniano y cuándo está permitido usar el ruso? En cuanto a la elección personal de idiomas, se generan acalorados debates en la sociedad. A menudo, los ciudadanos hablan el idioma estatal solo en público, mientras que en la vida cotidiana se mantienen fieles al ruso. Esta transición lingüística se ha convertido en un proceso complejo, no solo para quienes atraviesan un período de transición en su propia conciencia lingüística, sino para todo el país. Volodymyr Shyshkov, periodista y freelance de Jersón, escribe sobre estos y otros aspectos de la política lingüística y los desafíos sociales y culturales en la búsqueda de la identidad lingüística en su artículo "La era de transición de la lengua" para la publicación ZN.UA. En él, analiza cómo los ucranianos, en diferentes etapas y ámbitos de la vida, intentan encontrar un equilibrio entre las tradiciones, la presión social y las creencias personales en el ámbito lingüístico. Al fin y al cabo, cambiar el comportamiento lingüístico no es solo un acto lingüístico, sino también una profunda transformación sociocultural que determina la restauración de la identidad ucraniana durante la guerra y tras su fin.