El ministro Araqchi insta a Trump a respetar al líder iraní y evitar comentarios inapropiados

Si Estados Unidos desea alcanzar un acuerdo con Irán, debe cambiar el tono y el enfoque de las negociaciones y mostrar respeto por el ayatolá Alí Jamenei y el pueblo iraní. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, rechazó enérgicamente las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien, en sus declaraciones públicas, ha faltado al respeto y humillado al Líder Supremo y a sus partidarios. En su página de la red social X (anteriormente Twitter), enfatizó que tal enfoque solo puede empeorar la situación y cerrar el camino para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas. El ministro recordó que el pueblo iraní, que ya ha demostrado al mundo su capacidad y espíritu de lucha, no merece amenazas ni palabras humillantes. Según él, los iraníes tienen la clara intención de defender a su país de cualquier intromisión externa y provocación insidiosa, especialmente a la luz de las recientes crisis y conflictos en la región. Araqchi enfatizó que la población iraní responde con comprensión y dignidad ante cualquier amenaza, y que el país está listo para demostrar su verdadera capacidad para defender su independencia. "Si la situación empeora, Irán no se quedará de brazos cruzados y defenderá sus intereses y seguridad, mostrando su fuerza y determinación, lo que pondrá fin a cualquier ilusión sobre el poder del enemigo", advirtió. El jefe de la diplomacia enfatizó que el respeto y la buena voluntad pueden crear un terreno propicio para el diálogo. Partiendo de esto, es precisamente la observancia de la etiqueta y el respeto mutuo lo que debe convertirse en la base de las negociaciones. Minimizando los insultos y las faltas de respeto, se pueden crear condiciones favorables para la resolución del conflicto y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Mientras tanto, según medios estadounidenses, la administración Trump está considerando ofrecer a Irán importantes inversiones —hasta 30 mil millones de dólares— para apoyar su programa nuclear civil, flexibilizar las sanciones y desbloquear parte de los fondos depositados en sus cuentas. Esto forma parte de un intento por lograr que el país vuelva a la mesa de negociaciones y restablecer las relaciones diplomáticas. Tras las declaraciones públicas de Trump sobre la posible reanudación de las conversaciones la próxima semana, Teherán desmintió esta información, señalando que actualmente no hay conversaciones concretas sobre la reanudación del diálogo. Por lo tanto, la tensión entre Estados Unidos e Irán sigue siendo alta. Kiev y Teherán mantienen posiciones diferentes: mientras Estados Unidos intenta alcanzar un acuerdo diplomático, el primero se mantiene firme en su postura, recordando que cualquier intento de imponer su voluntad o reducir el respeto al líder iraní inevitablemente conducirá a un aumento de la tensión en la región y a una complicación de la situación en el escenario internacional.