Durante las últimas 24 horas, las tropas rusas han llevado a cabo un ataque aéreo a gran escala sobre la región de Zaporiyia, utilizando más de 300 vehículos aéreos no tripulados de diversos tipos
Este fue uno de los mayores números de vehículos aéreos no tripulados utilizados durante el tercer día de mayo, lo que indica un aumento en la intensidad de los ataques enemigos en el sur de Ucrania. Según información oficial del jefe de la administración militar regional de Zaporiyia, Ivan Fedorov, durante las últimas 24 horas, los ocupantes rusos han lanzado más de 312 vehículos aéreos no tripulados, en su mayoría de la clase FPV, hacia la región, lo que significa una intensificación del uso de drones letales y un aumento en el número de ataques no tripulados. Además, el enemigo no dudó en utilizar la aviación: durante este período, se registraron 12 ataques aéreos, en las direcciones de Hulyaipil, Orikhiv, Shcherbatsky y Zatyshnensky. Estos ataques causaron una destrucción significativa y resultaron heridos entre la población civil. Según Fedorov, un hombre y una mujer resultaron heridos y se encuentran bajo supervisión médica. Al mismo tiempo, las fuerzas y unidades militares ucranianas en Zaporiyia intentan resistir esta agresión, destruyendo el equipo enemigo y defendiéndose de los ataques terrestres y con drones. Los rusos también emplearon artillería pesada, realizando 121 bombardeos con sistemas de lanzacohetes múltiples y 14 ataques con cohetes de MLRS, intentando causar la máxima destrucción en las ciudades y pueblos de la región. En total, se han recibido 20 informes desde asentamientos sobre la destrucción de edificios residenciales, dependencias e infraestructuras en las últimas 24 horas. Como resultado de estos ataques, numerosos edificios residenciales y viviendas particulares han resultado dañados y destruidos, lo que genera una nueva crisis humanitaria para la población local. La región de Zaporiyia, que durante mucho tiempo ha estado bajo la estrecha vigilancia del ejército y los voluntarios ucranianos, se enfrenta ahora a una nueva escala de agresión destinada a desestabilizar la situación y destruir la vida pacífica de sus residentes. Las autoridades locales y las fuerzas de seguridad instan a los ciudadanos a permanecer en refugios, y la comunidad internacional pide apoyo activo a Ucrania para hacer frente a la agresión rusa, porque sólo la unidad y una respuesta rápida pueden detener esta ola de destrucción y sufrimiento humano.