La Administración Trump Reincorpora a Funcionarios Públicos Despedidos: Consecuencias de Reformas Caóticas

Chas Pravdy - 27 junio 2025 23:20

Tras una purga de personal a gran escala iniciada con el apoyo del expresidente Donald Trump, las agencias federales estadounidenses están comenzando gradualmente a reincorporar a empleados que fueron previamente despedidos o destituidos forzosamente de sus puestos. Esta tendencia imprevista genera preocupación debido a una serie de fallas críticas en el funcionamiento de las estructuras estatales que ya han afectado la seguridad y estabilidad de los servicios sociales. La lucha desesperada contra la burocracia y el despilfarro presupuestario, iniciada inmediatamente después de la llegada de Trump a la Casa Blanca, parecía una idea para ahorrar dinero y aumentar la eficiencia del aparato estatal. Como parte del programa para optimizar el aparato estatal, la cúpula planeó recortar cientos de miles de puestos, que fueron asignados a comités especiales para su registro. Sin embargo, esta estrategia radical, con rápidas reducciones y despidos masivos, finalmente tuvo consecuencias inesperadas: escasez de personal cualificado y fallas en importantes áreas de la actividad estatal. Uno de los ejemplos más impactantes fue la desaparición de más de 560 empleados del Servicio Meteorológico Nacional, lo que representa aproximadamente el 15% de la plantilla total, lo que puso en grave peligro la previsión de desastres meteorológicos en vísperas de la temporada de huracanes. Sin embargo, ahora se intenta remediar la situación: las autoridades federales están reincorporando masivamente al trabajo a empleados previamente despedidos, por lo que incluso se están levantando las prohibiciones de nuevos nombramientos. En particular, el Departamento de Salud y Servicios Humanos ya ha reincorporado a cientos de empleados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Entre los especialistas que regresaron se encuentran expertos en infecciones por VIH, control de la contaminación en la industria alimentaria y protección de los trabajadores mineros. Esta decisión sorprendió incluso a algunos altos funcionarios de la administración, ya que anteriormente solo se conocían recortes, que parecían profundos e irreversibles. Aún más sensacional fue el regreso de empleados a la Administración Nacional de Seguridad Nuclear. En febrero, más de 300 empleados de este departamento fueron despedidos, pero regresaron casi de inmediato, tras descubrirse que eran responsables de las armas nucleares y de la seguridad del arsenal estratégico estadounidense. La historia se repitió en otras estructuras, por ejemplo, en el Departamento de Salud Infantil, donde se desmantelaron los programas para prevenir la intoxicación por plomo en niños. Otro ejemplo: la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha reincorporado a científicos expertos, y el Departamento de Agricultura, debido a dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo, ha cancelado los planes de reducir el personal en las instalaciones responsables de la respuesta a la gripe aviar. Aún más sorprendente es que las reformas iniciales han dejado ruinas: han surgido deficiencias en los servicios críticos que supervisan y controlan la seguridad de la población. Los expertos advierten que el "mosaico de incompetencia" causado por los despidos masivos y las malas decisiones de dotación de personal podría socavar la confianza en las instituciones gubernamentales y reducir su resiliencia en situaciones críticas. Max Steyer, director de la Alianza para el Servicio Público, enfatiza: "Esto demuestra una incomprensión de la importancia crucial del potencial de expertos públicos cualificados. Las acciones precipitadas pueden arruinar años de esfuerzos para reformar y mejorar la eficiencia del sistema". Al mismo tiempo, las agencias se ven obligadas a subsanar rápidamente las deficiencias en sus estructuras. La reincorporación del personal implica costos adicionales y dificultades logísticas para un gobierno que ya ha sufrido reformas caóticas. Como resultado de estos procesos, los expertos estiman que los servicios públicos tendrán que afrontar las consecuencias durante mucho tiempo: ineficiencia, interrupciones en los servicios de crisis y una pérdida de confianza pública. Recordemos que el exsubdirector Musk dirigió el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado durante la administración Trump para optimizar el trabajo de las estructuras gubernamentales. Esta iniciativa ha dado lugar a una importante auditoría del gasto en varias agencias clave, como el Departamento de Estado, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento del Tesoro. Miles de funcionarios públicos han sido despedidos o suspendidos, y se han cancelado numerosos contratos y subvenciones gubernamentales. Sin embargo, esta política ha sido sometida a una profunda revisión, lo que obliga al gobierno a reevaluar su enfoque en materia de política de personal y administración pública. En general, el regreso de los trabajadores despedidos vuelve a cuestionar los objetivos y las consecuencias de las reformas anteriores, y plantea interrogantes sobre su viabilidad y la seguridad futura del sistema público. Mientras las megareformas con motivaciones políticas siguen provocando una crisis sistémica en el sector público, Estados Unidos está luchando por encontrar un equilibrio entre el ahorro y el mantenimiento de los servicios esenciales.

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