Estonia anuncia planes para desplegar aviones de la OTAN con capacidad nuclear; el Kremlin lo califica de «amenaza»

El Kremlin ha reaccionado con firmeza a la declaración de Estonia sobre la posibilidad de desplegar armas nucleares en el país, calificando dichas intenciones de amenaza directa para Rusia. El lunes 27 de junio, durante una sesión informativa, el secretario de prensa del presidente ruso Vladimir Putin, Dmitry Peskov, expresó su opinión al respecto, calificando los planes de las autoridades estonias de "peligrosos" y afirmando que su implementación podría afectar negativamente a la seguridad regional. Ese mismo día, el ministro de Defensa estonio, Hanno Pevkur, confirmó la disposición de su país para acoger cazas de la OTAN con capacidad nuclear. Según Pevkur, Estonia ya cuenta con experiencia en la presencia de cazas multifunción F-35 en Estonia, que regresan regularmente para participar en ejercicios y operaciones conjuntas como parte de actividades rotatorias. Pevkur destacó que Estonia está plenamente preparada para seguir recibiendo aviones aliados, incluidos aquellos con capacidad nuclear, y expresó su disposición a dicha cooperación. Al comentar las palabras del ministro, Peskov señaló que cualquier despliegue de portaaviones nucleares en Estonia representa una "amenaza inmediata" para la seguridad de Rusia. Destacó que, en respuesta a estas medidas, Moscú está monitoreando la situación, pero, según el portavoz del Kremlin, Rusia "en realidad no mantiene relaciones diplomáticas plenas" con los países bálticos, con los que ha habido fuertes desacuerdos y tensiones recientemente. Cabe destacar también que estas declaraciones se produjeron en el contexto de la decisión del Reino Unido de adquirir doce cazas multifunción F-35A a Estados Unidos, capaces de utilizar tanto armas convencionales como armas nucleares tácticas. Esto supone un fortalecimiento del potencial militar de la OTAN en la región y posibles nuevas amenazas de escalada, ya que Moscú no oculta su preocupación por el despliegue de armas estratégicas en las proximidades de sus fronteras. Por lo tanto, la crisis en torno al despliegue de armas nucleares en los países bálticos complica aún más la situación en la región, profundiza las tensiones entre Moscú y los países de la OTAN y crea nuevos desafíos en materia de seguridad y estabilidad en Europa del Este.