Drones rusos atacan a civiles en Ucrania, según informe de la ONU
El ejército ruso utiliza cada vez más drones FPV para atacar a civiles en Ucrania, una medida que preocupa profundamente a la comunidad internacional y requiere una investigación urgente. La Misión de Observación de los Derechos Humanos de la ONU (HRMM) ha documentado numerosos casos de crímenes de guerra que demuestran un patrón sistemático de ataques contra civiles, lo que indica una política deliberada de agresión por parte del ejército ruso. Según datos publicados, los drones, en particular los modelos FPV (cuadricópteros con cámaras y capacidad para apuntar con precisión), se han convertido en una de las principales causas del elevado número de muertes y lesiones entre la población civil en Ucrania. En pocos meses, estos drones han superado incluso a potentes equipos militares como misiles, proyectiles de artillería y bombas aéreas en cuanto a víctimas humanas. El análisis de la ONU muestra que los ataques se llevaron a cabo deliberadamente contra bienes civiles y personas que no participaban en las hostilidades. El documento señala que un número significativo de víctimas son civiles que se desplazan en bicicleta, transporte personal o autobuses de evacuación; personal médico y humanitario que se desplaza para prestar asistencia; personas que caminan o simplemente se quedan cerca de sus hogares. El estudio registra que muchos de estos objetivos fueron elegidos deliberadamente o que los ataques se llevaron a cabo sin tener en cuenta los precedentes del derecho internacional humanitario, violando así los principios básicos de demarcación y precaución en asuntos militares. El informe de la ONU enfatiza claramente que estas acciones pueden clasificarse como ataques deliberados contra civiles, lo cual constituye un crimen de guerra según el derecho internacional. En este caso, no se trata solo de pérdidas humanas directas, sino también de la desestabilización generalizada de la situación humanitaria. Los ataques con drones dificultan la prestación de la asistencia necesaria. Trabajadores de organizaciones no gubernamentales, personal médico y funcionarios públicos se ven obligados a abstenerse de viajar a las zonas afectadas debido al alto riesgo para sus vidas, lo que limita significativamente la capacidad de proporcionar servicios médicos, alimentarios y otros servicios vitales necesarios. Las personas mayores y con discapacidad son las más afectadas, ya que, debido a las limitadas opciones de evacuación, permanecen en zonas peligrosas, con un mayor riesgo para su vida y su salud. La misión internacional de observación pide una fuerte respuesta internacional y medidas para poner fin a estos crímenes, mientras que el uso activo de drones por parte de las fuerzas rusas crea nuevos desafíos para la seguridad de la población civil, violando las normas de humanidad y el derecho internacional humanitario.