Operación Profunda de la Unidad de Defensa Aérea (GUR) para la Destrucción de los Sistemas de Radar Rusos en Crimea
La Unidad Especial "Fantasma" de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania llevó a cabo una operación largamente esperada y de gran importancia estratégica en la Crimea temporalmente ocupada, con el objetivo de debilitar la defensa aérea rusa. Según fuentes del departamento, los oficiales de inteligencia ucranianos destruyeron con éxito varios elementos clave del sistema de defensa aérea, incluyendo estaciones de radar e incluso un lanzador del sistema antiaéreo S-400 "Triumph". Esto se realizó para limitar la capacidad del enemigo de controlar el cielo sobre la península y obtener una ventaja estratégica en posibles operaciones de combate. Durante la operación, dos estaciones de radar de control multifuncionales 92N2E y dos de detección 91N6E fueron destruidas deliberadamente. Además, el enemigo perdió uno de los lanzadores del sistema S-400. Los radares, conocidos como los "ojos" del sistema antiaéreo, desempeñan un papel fundamental en la detección y el seguimiento de objetivos aéreos. Sin ellos, los sistemas antiaéreos modernos se convierten en mecanismos prácticamente incapaces de combatir. Por ello, la destrucción de estos componentes tiene un grave impacto en la capacidad de combate general de las fuerzas rusas en la región. Las imágenes publicadas muestran cómo los aviones de reconocimiento ucranianos utilizan con éxito sus drones para destruir elementos estratégicos de la defensa aérea. Fotos y vídeos muestran ataques contra sistemas enemigos costosos y de suma importancia para la defensa: al destruir el mismísimo "ojo" de la defensa aérea rusa, las fuerzas especiales ucranianas luchan por el control del espacio aéreo de Crimea. El conflicto armado y el indiscutible papel de la inteligencia ucraniana en la reducción de la capacidad del enemigo para llevar a cabo una defensa eficaz contra ataques aéreos y con misiles. La Operación GUR fue otra clara confirmación del alto nivel de entrenamiento de las fuerzas ucranianas y de su capacidad para lanzar ataques de alta precisión en puntos clave, socavando la logística y la capacidad de combate de las fuerzas de ocupación rusas. Es probable que estas acciones tengan consecuencias a largo plazo para la estabilidad y la seguridad de la península, así como para el conflicto entre Ucrania y Rusia en su conjunto.