Tropas rusas atacaron el distrito de Kupyansky, en la región de Járkov, dejando víctimas y destrucción

En la mañana del 25 de junio, durante otra operación agresiva, el ejército ruso llevó a cabo un ataque con misiles contra el distrito de Kupyansky, en la región de Járkov, con trágicas consecuencias para la población local. Según datos oficiales de la Fiscalía Regional de Járkov, la situación se mantuvo tensa desde la madrugada, cuando comenzaron a difundirse en redes sociales y medios de comunicación los primeros informes sobre el bombardeo y su destructivo impacto. Según las fuerzas del orden, aproximadamente a las 14:30, en la aldea de Petro-Ivanivka, perteneciente al distrito de Kupyansky, soldados rusos abrieron fuego con armamento pesado. Como resultado de este ataque, un hombre de 60 años falleció, lo que supuso un golpe irreparable para la comunidad local. Según datos preliminares, como resultado del bombardeo, algunos edificios residenciales sufrieron daños considerables y los residentes se vieron obligados a huir del lugar, conmocionados por la magnitud de la destrucción y la pérdida de seres queridos. La mañana fue especialmente dramática cuando, según las autoridades investigadoras, alrededor de las 10:00 a. m. de ese mismo día, tropas rusas lanzaron un ataque aéreo contra la aldea de Hryhorivka, dispersando cuatro bombas aéreas de alto explosivo FAB-250 con UMPK (cinco fragmentos de mortero acumulativos explosivos) en el territorio del asentamiento. Como resultado, al menos diez edificios residenciales resultaron dañados, el mobiliario interior fue destruido y decenas de familias quedaron sin hogar. Esto confirma una vez más que el ejército ruso continúa utilizando armamento pesado, dirigido no solo contra instalaciones militares, sino también contra comunidades pacíficas, destruyendo infraestructuras y perjudicando la vida de la gente común. Las autoridades locales y las fuerzas del orden están intensificando su trabajo. Registran la magnitud de la destrucción, determinan los nombres y el número de víctimas y heridos, y llevan a cabo las investigaciones necesarias para esclarecer todas las circunstancias de las acciones criminales de las fuerzas de ocupación. Además de la destrucción física, estos bombardeos afectaron el estado psicológico de los residentes, quienes ahora se ven obligados a vivir en un estado de constante tensión y ansiedad. Este ataque se convirtió en otro recordatorio del precio de la guerra y la tragedia de los civiles durante la agresión rusa en Ucrania. Las comunidades locales continúan sufriendo destrucción y pérdidas, pero se mantienen firmes en su lucha por la independencia y un futuro pacífico. Las autoridades ucranianas instan a la comunidad internacional a fortalecer el apoyo para la protección de las comunidades ucranianas y a aplicar medidas efectivas contra el agresor. Mientras tanto, los defensores ucranianos prometen no abandonar su frente defensivo y hacer todo lo posible para restablecer la paz y la seguridad en la región de Járkov.