Rusia condena a 184 prisioneros de guerra ucranianos por participar en la operación Kursk

Chas Pravdy - 25 junio 2025 15:18

En casi seis meses, un tribunal ruso ha condenado a 184 militares ucranianos capturados en la región de Kursk durante la contraofensiva ucraniana. Así lo informan medios rusos, citando datos del Segundo Tribunal Militar del Distrito Occidental de la Federación Rusa. Estas sentencias se han convertido en uno de los principales componentes de la labor de los jueces rusos en el marco del procesamiento sistemático de prisioneros de guerra ucranianos, prolongando los juicios y aplicando fórmulas de acusación estándar. Según "Mediazona", los casos contra los militares ucranianos capturados en la región de Kursk se distinguen de otros casos penales en la misma región: se les acusa del mismo artículo del Código Penal de la Federación Rusa: participación en actividades terroristas con graves consecuencias. Desde noviembre de 2024, se han llevado a los tribunales 159 casos que involucran a 267 militares ucranianos. La opinión pública y activistas de derechos humanos también han señalado que la Fiscalía Militar General de Rusia informa de nuevos veredictos en estos casos casi a diario. Por lo general, estas decisiones judiciales se refieren a comandantes y soldados subalternos acusados de presuntamente cometer actos terroristas en territorios controlados por el ejército ucraniano. Por ejemplo, un caso reciente se refiere al teniente subalterno de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Yevgeny Gocha, quien fue declarado culpable de un acto terrorista. Según su versión, presuntamente invadió la región de Kursk el 8 de octubre de 2024, tomó posiciones cerca de Olhivka y, durante un largo periodo, supuestamente impidió la evacuación de civiles utilizando armas de fuego. El 27 de octubre, Gocha resultó herido y fue hecho prisionero por el ejército ruso. Antecedentes del conflicto: La operación ucraniana en la región de Kursk comenzó el 6 de agosto de 2024. Fue una respuesta a los numerosos intentos de las tropas rusas de fortalecer sus posiciones en las regiones del norte de Ucrania, en particular en la región de Sumy. Ya el 10 de agosto, pocos días después del inicio de la ofensiva ucraniana, el presidente Volodymyr Zelenskyy declaró que, gracias a la contraofensiva ucraniana, Ucrania había expulsado a los ocupantes rusos de los territorios ocupados, expulsándolos prácticamente de toda la frontera. Un representante oficial del Estado Mayor de Ucrania enfatizó que Rusia busca apoderarse de la mayor cantidad posible de territorio ucraniano en las regiones del norte, pero las fuerzas ucranianas han iniciado un proceso preventivo de destrucción de las fuerzas enemigas en su propio territorio. A finales de mayo de 2025, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Syrsky, informó que la operación Kursk ucraniana había alcanzado en gran medida sus objetivos. Según él, la zona de amortiguación creada por los defensores sigue siendo relevante e importante para garantizar la seguridad. En junio de 2025, el ejército ucraniano controla aproximadamente 90 kilómetros cuadrados en el distrito de Glushkov, en la región rusa de Kursk, lo que confirma la conveniente posición de los defensores de un corredor más estrecho, pero de importancia estratégica, en las profundidades del territorio enemigo. Dadas las numerosas sanciones, presiones legales y juicios en Rusia, los militares ucranianos, una vez capturados, se enfrentan a largas y severas sentencias judiciales que no solo ponen en duda su imparcialidad, sino que los convierten en un símbolo de represión y presión política en la Rusia moderna. Esta es una prueba más del deseo de la Federación Rusa de utilizar el sistema judicial para moldear la imagen de los soldados ucranianos como terroristas y criminales, ignorando los estándares internacionales de justicia y el derecho a defender a sus propios soldados.

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