La OTAN identifica a Rusia como una amenaza a largo plazo para toda la Alianza
La cumbre de la OTAN en La Haya, a la que asistió Estados Unidos, reconoció oficialmente a Rusia como una amenaza sistémica y a largo plazo para la seguridad de la región del Atlántico Norte, confirmando la tendencia a fortalecer el discurso de defensa y la estrategia para enfrentar a Moscú. Esta decisión, tomada en coordinación con Washington y con el apoyo del presidente Donald Trump, constituye una clara señal para todos los estados miembros de la OTAN sobre la necesidad de aumentar el gasto en defensa y fortalecer las medidas conjuntas en respuesta a las acciones agresivas de Rusia. La declaración de la cumbre constaba de cinco puntos breves, cada uno de ellos de gran importancia. En particular, el documento establece claramente que la amenaza rusa es la principal razón para aumentar el gasto militar de los países de la OTAN para 2035. En este contexto, los Aliados se comprometen a destinar al menos el 5 % de su PIB a defensa para 2035, lo que garantizará el fortalecimiento de la capacidad conjunta para disuadir y responder ante cualquier amenaza. Curiosamente, el texto de la decisión no menciona a China en absoluto, a pesar de la activa política estadounidense de aumentar la atención hacia Pekín. La principal y única amenaza externa en la documentación fue identificada como Rusia, lo que subraya la dirección política de la unidad de la Alianza para enfrentarse a Moscú. Esto indica la estabilidad del consenso en la OTAN respecto a la orientación estratégica hacia la seguridad regional, confirmada por el apoyo de los 30 miembros de la Alianza, incluido Estados Unidos. Es significativo que esta decisión se acuerde no solo en el contexto de la Declaración de La Haya, sino que también se corresponda con declaraciones y posiciones previas de la OTAN. La cumbre del año pasado en Washington también se centró en dos amenazas externas principales: Rusia y el terrorismo. Se enfatizó entonces que Rusia sigue siendo "la amenaza más significativa y directa para la seguridad de los Estados miembros de la OTAN". Por lo tanto, la declaración de hoy confirma el rumbo para fortalecer la política de defensa, refuerza el papel de Rusia como el principal desafío externo y define objetivos a largo plazo. Este es un paso más en la creciente tensión entre Occidente y Moscú, y una señal para Rusia de la firme intención de la unidad de la OTAN de defender a sus países de posibles agresores. Para un texto más detallado de la declaración y un análisis de los cambios en la política de la OTAN, véase la publicación dedicada al texto completo de la decisión y su explicación.