Impactante ataque terrorista en Járkov: una joven llevaba explosivos camuflados en una motoneta y detonó a soldados siguiendo instrucciones de los servicios especiales rusos
Otro lamentable episodio en la guerra contra la seguridad informática y terrorista de Ucrania tuvo lugar en Járkov: una joven de 19 años, residente de la ciudad, fue detenida bajo sospecha de haber cometido un ataque terrorista insidioso, cuya víctima fue un soldado ucraniano, mientras que otro resultó gravemente herido. Según investigadores y fuentes oficiales, la joven detenida actuó bajo la dirección directa de los servicios especiales rusos y cumplió sus órdenes. Según el Servicio de Seguridad de Ucrania y la Policía Nacional, la joven está acusada de participar en un acto terrorista destinado a aniquilar a soldados, realizado con la ayuda de un explosivo camuflado oculto en una motoneta. Según la investigación, la joven fue reclutada a través de un canal de Telegram donde le ofrecían trabajo, y durante la conversación recibió instrucciones claras sobre cómo fabricar un artefacto explosivo en casa. Delincuentes de los servicios especiales rusos dieron instrucciones que incluían la compra de productos químicos domésticos, una batería, cables y dos teléfonos móviles para controlar la explosión a distancia. Después, la joven llevó un artefacto explosivo casero al aparcamiento de una moto, lo escondió en el maletero del vehículo y esperó la orden para activarlo. Operadores rusos activaron el dispositivo a distancia, utilizando un vídeo grabado con una cámara oculta para rastrear la llegada de los militares. El 20 de junio, se produjo una explosión mortal cerca de un café en Járkov: un militar murió y otro resultó gravemente herido. La onda expansiva y la destrucción afectaron a una pequeña zona y provocaron una oleada de indignación entre los residentes locales, que intentan comprender los motivos de esta supuesta "acción". Inmediatamente después del crimen, las demoras en la investigación y los registros activos condujeron a la detención del sospechoso, quien intentaba eludir su responsabilidad. Durante un registro de la residencia y el almacén del autor, se encontraron componentes explosivos: partes del artefacto, así como teléfonos móviles con evidencia de cooperación con el enemigo. A pesar de los intentos por ocultar las huellas, los investigadores reunieron rápidamente pruebas suficientes para declararla sospechosa, en virtud del artículo 258, parte 3, del Código Penal de Ucrania, por la comisión de un acto terrorista que causó la muerte de una persona. La detenida se encuentra actualmente bajo custodia, ya se le ha notificado la sospecha y, de ser declarada culpable, se enfrenta a cadena perpetua con confiscación de bienes, la medida más severa prevista por la legislación ucraniana para delitos especialmente graves. Este suceso pone de relieve una vez más la complejidad y la magnitud de la amenaza que representan los servicios de inteligencia hostiles, que buscan desestabilizar la situación en la región y emplean nuevas tácticas terroristas. Ucrania lucha activamente contra estos delitos, reforzando la seguridad y haciendo un llamamiento a la ciudadanía para que se mantenga alerta y denuncie con prontitud las situaciones sospechosas a las fuerzas del orden. Al mismo tiempo, esto demuestra una vez más que cada caso de este tipo no es solo una tragedia local, sino también un desafío para todo el Estado, que debe resistir la agresión informativa y territorial, los actos terroristas y las invasiones destructivas externas.