Gran Bretaña financia por primera vez la transferencia de armas a Ucrania utilizando activos rusos congelados

Por primera vez en la historia británica, el gobierno ha anunciado la decisión de utilizar parte de los activos rusos congelados para asistencia militar a Kiev. Según el primer ministro Keir Starmer, esta medida abre nuevas oportunidades para apoyar a Ucrania en su lucha contra el agresor ruso. Como parte del nuevo paquete de ayuda, financiado con los intereses recibidos de los activos rusos congelados, Kiev recibirá 350 modernos misiles de defensa aérea, fabricados en Gran Bretaña y adaptados a las necesidades del ejército ucraniano en tan solo tres meses. Esta es la primera vez en la historia que un país ha llegado tan lejos y ha utilizado tales recursos para suministrar armas. Cabe destacar que estos misiles se utilizarán junto con los sistemas Raven, complejos antiaéreos británicos que ya están en manos ucranianas. Ya se han enviado cinco sistemas Raven a Ucrania, y en total Kiev recibirá 13 de ellos. Esta decisión subraya el creciente papel del Reino Unido en el apoyo a las fuerzas ucranianas y el uso de todos los medios disponibles para disuadir la agresión rusa. El primer ministro británico, en su intervención en la cumbre anual de la OTAN en La Haya, subrayó que «Rusia, no Ucrania, debe pagar el precio de la guerra bárbara e ilegal de Putin». Añadió que Gran Bretaña tiene todo el derecho a utilizar los activos rusos congelados para fortalecer la capacidad de defensa de Ucrania. «La seguridad de Ucrania es esencial para nuestra propia seguridad», recalcó Starmer. El secretario de Defensa británico, John Healy, señaló que los nuevos misiles podrían salvar vidas, y su llegada a Ucrania demuestra la capacidad del sector militar e industrial británico para adaptarse rápidamente a los desafíos militares modernos. Este paquete de ayuda, que asciende a 4.500 millones de libras, constituye el mayor apoyo anual del Reino Unido a Ucrania. Es una continuación de los acuerdos firmados en marzo, que prevén el suministro de más de cinco mil misiles para sistemas antiaéreos y una inversión de 350 millones de libras para multiplicar por varias el número de entregas de drones. El contexto es que, en vísperas de la cumbre de la OTAN, el primer ministro Starmer acordó con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, fortalecer la cooperación militar entre ambos países, en particular en el ámbito de la producción militar. Al mismo tiempo, el gobierno británico se comprometió a alcanzar un nuevo objetivo para 2035 y a destinar al menos el 5 % de su PIB a garantizar la seguridad y la defensa nacionales, un componente importante de su estrategia para fortalecer las capacidades de defensa en un contexto global.