El terrible ataque con cohetes contra la región de Dnipropetrovsk el 24 de junio causó la muerte de 20 civiles y cientos de heridos
En la noche del 24 al 25 de junio, los ocupantes rusos lanzaron un nuevo ataque masivo contra la región de Dnipropetrovsk, provocando una crisis humanitaria a gran escala y dejando destinos enteros en ruinas. Según datos oficiales publicados por el jefe de la administración militar regional, Serhiy Lysak, 20 civiles murieron como consecuencia del bombardeo enemigo y más de 300 residentes resultaron heridos de diversa consideración. Muertos y heridos: En Dnipro, el centro administrativo de la región, la mañana estuvo marcada por el luto por las 18 vidas perdidas. Según Lysak, "hoy Dnipro está de luto nuevamente, ya que 18 residentes perdieron la vida debido al ataque enemigo contra zonas residenciales e infraestructuras". Pronto, la vecina ciudad de Samar se convirtió en otra víctima del terrorismo ruso: dos personas fueron asesinadas intencionadamente allí. En total, la ciudad y la región sufrieron destrucción y pérdidas por casi 300 civiles, quienes ahora deben afrontar las consecuencias de una destrucción descontrolada. La información operativa confirma que el ataque fue el más potente de los últimos tiempos. En la noche del 24 al 25 de junio, las tropas rusas utilizaron drones FPV para atacar objetivos en Nikopol. El ataque fue llevado a cabo por drones kamikaze, pero, afortunadamente, nadie resultó herido en este ataque preciso y se garantizó la seguridad de los residentes. Las autoridades locales informan que, en la tarde y la mañana del 25 de junio, los ocupantes intensificaron su actividad, utilizando vehículos aéreos no tripulados del tipo "KABI" en la comunidad de Novopavlivska, en el distrito de Sinelnyk. Como resultado de este ataque, se desató un incendio a gran escala, que fue rápidamente extinguido, pero la destrucción persistió. En general, estos sangrientos sucesos nos recuerdan una vez más el precio que pagó la población civil de la región de Dnipropetrovsk por la libertad y la independencia. Las autoridades locales y el ejército siguen trabajando para mejorar el sistema de protección y asistencia a las víctimas, pero la destrucción y las víctimas se están convirtiendo en parte integral de esta larga y difícil confrontación. Los ucranianos están unidos en el duelo y luchan por una pronta victoria, mientras que los misiles y drones racistas siguen destruyendo la vida pacífica y arrebatándoles lo más valioso: vidas humanas.