El ataque ruso en la región de Dnipropetrovsk ya se ha cobrado 21 vidas y ha dejado más de 300 heridos
El 24 de junio, se produjo un ataque masivo con misiles en la región de Dnipropetrovsk, cuyas consecuencias son alarmantes: el número de víctimas ha aumentado significativamente. Según datos oficiales del jefe de la administración militar regional, Serhiy Lysak, hasta hoy el número de muertos en el ataque asciende a 21, incluyendo 19 en el propio Dnipro. Este es otro duro recordatorio de la crueldad de la guerra y su devastador impacto en la población civil. Según Serhiy Lysak, las mayores pérdidas humanas se registraron en el Dnipro, donde 19 personas murieron durante el ataque nocturno. En total, el número de víctimas en la región ha ascendido a 21 y el de heridos ha superado los 300. "Nuestra solidaridad con las familias de los fallecidos y con todos aquellos que perdieron a sus seres queridos en esta tragedia", señaló el jefe de la región en su canal de Telegram. Destacó que los hospitales de la región están trabajando de forma intensiva, recibiendo nuevas víctimas cada día. Los médicos hacen todo lo posible para salvar a los heridos y estabilizar su estado. Los médicos, como siempre, arriesgando sus vidas, están de guardia sobre el terreno, haciendo todo lo posible para brindar atención médica y apoyo. No solo luchan por la vida de las víctimas, sino que también intentan que vuelvan a la normalidad, a pesar de la magnitud de la destrucción. En general, la situación es verdaderamente alarmante y nos recuerda la necesidad de fortalecer las capacidades de defensa y mantener la moral alta entre los residentes de la región. Las autoridades y los médicos instan a mantenerse seguros, permanecer en refugios y comprender las pérdidas que esta última agresión ha causado al país y a sus habitantes. Este trágico suceso confirma una vez más que la guerra continúa, y cada nuevo golpe deja huella en la vida de miles de personas. A pesar de todos los esfuerzos de las fuerzas de defensa y los servicios humanitarios, la destrucción y las pérdidas humanas siguen siendo una gran tragedia para la región y para todo el país.