Serbia ha anunciado la suspensión de todos los suministros de munición en medio de un intenso debate político y críticas de Rusia por las presuntas exportaciones de armas a Ucrania

Chas Pravdy - 23 junio 2025 18:15

La decisión se tomó en el contexto de la creciente tensión por los suministros militares procedentes de Belgrado, así como con la intención de garantizar la seguridad del país y estabilizar la situación en torno a su industria de defensa, que contribuye significativamente a su economía y capacidad de defensa. El presidente serbio, Aleksandar Vučić, anunció la decisión durante una rueda de prensa, donde se refirió a su postura y respondió a las críticas de la Federación Rusa por supuestamente facilitar el suministro de munición serbia a conflictos regionales, incluyendo Ucrania. Los participantes en el debate han planteado desde hace tiempo la cuestión del usuario final de las armas serbias y su transporte; en aquel momento, Vučić señaló que su gobierno prioriza la seguridad. Enfatizó: "Me preocupa la seguridad de nuestro país y de los trabajadores de la industria militar, donde se produce munición para la exportación. La producción y el suministro de armas están sujetos a normas estrictas, y no podemos permitirnos participar en conflictos que surgen mucho más allá de nuestra área de interés". Vučić se burló de las especulaciones sobre posibles destinos de exportación, subrayando: "No puedo exportar armas a Asia, África, Europa ni América. ¿Adónde entonces? ¿A la Antártida?". También recalcó que recientemente se ha detectado munición serbia en Ucrania, así como en ambos bandos del conflicto, lo que ha provocado indignación y críticas de la comunidad internacional, y en particular de Rusia. Vučić señaló que, para evitar que se sigan utilizando armas serbias en las hostilidades, la mejor solución es reducir temporalmente los suministros, e incluso podría ser el almacenamiento temporal de armas en el almacén interno, "para que no acaben en zonas conflictivas". En cuanto a los detalles técnicos, el presidente serbio recalcó que el país ha suspendido todas las exportaciones de armas y equipo militar a mercados extranjeros. También negó cualquier suministro de armas a Israel, afirmando que "no estamos exportando nada en este momento". Vučić recalcó que la decisión se tomó en respuesta a la indignación política y pública, y que las autoridades ahora se centran en determinar un nuevo plan de acción que tenga en cuenta los intereses y la seguridad del país. Cabe destacar que hace apenas unas semanas, las empresas de defensa serbias fueron objeto de críticas por parte de Rusia. Según la inteligencia rusa, las empresas serbias siguen suministrando munición a países involucrados en conflictos militares, incluida Ucrania, lo que ha obligado a Moscú y Belgrado a buscar vías diplomáticas y políticas para resolver la situación. En respuesta, Moscú expresó especial preocupación por este asunto, subrayando que esta política de las empresas de defensa serbias viola la neutralidad del país y socava su estatus internacional. Cabe destacar que el expresidente Vučić mencionó repetidamente la posibilidad de vender munición a través de empresas que venden armas al ejército ucraniano, lo que provocó cierta indignación tanto entre los funcionarios rusos como entre la oposición en Europa. Ahora, los esfuerzos del gobierno serbio se dirigen a evitar nuevos conflictos y a mantener su estatus de país neutral, evitando así la escalada de las tensiones internacionales. La suspensión de las exportaciones de armas es un paso importante en esta dirección, ya que Belgrado refuerza su política de moderación, intentando reducir el riesgo de nuevas crisis y mantener la estabilidad en la región y más allá. Entre otras cosas, esta medida indica un cambio en las prioridades de la política exterior del país, que busca una mayor cautela diplomática en materia de suministros militares. Al mismo tiempo, en un contexto de conflicto militar activo en Europa del Este y tensas relaciones entre Rusia y Occidente, dicha estrategia podría indicar la intención de mantener la estabilidad interna y evitar sanciones adicionales y complicaciones internacionales. Por lo tanto, la comunidad internacional seguirá de cerca la evolución de los acontecimientos en Serbia en el contexto de esta suspensión y las futuras medidas del gobierno. Es evidente que la decisión de Belgrado tiene en cuenta no solo la situación política interna, sino también la compleja situación en el ámbito internacional, donde las cuestiones de suministros militares y neutralidad siguen siendo un tema muy delicado y de gran importancia a largo plazo.

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